Las Memorias de Abajo de Leonora
Carrington son de muy abajo, ella nos aclara que de “down
below”... al fondo de todo, cubo infinito de negrura, de esto que muy
mal y muy oscuro y muy... también son memorables e impresionantes...
La pedazo de edición ´91, que hay que esperar un
tiempo largo para enganchársela por internet a algún descreído cansado de las
locuras femeninas y que va y la pone en venta a precios populares, es una
maravilla de “up above”... Los Libros del tiempo venían empatenados
de bonitos, con unas cubiertas que quitaban el hipo, plagados de misterios...
Éste, a mayores, con láminas y grabados de Frau Carrington y de Max
Ernst, con quien andaba de amoríos la prota; también con varias fotos
de Lee Miller, la mejor la de la portada, Leonora es la que sale agachada...
aunque que quede claro, para los desorientados militaristas, que las fotos de Lee
Miller son en plan pandilla, que todos formaban parte de la misma banda
de artistas y vividores y locos de atar y que se solarizaban con Man
Ray todo muy bellamente artístico etc., pero no aparecen las fotos de
la 2ª cosa esa, ni, mucho menos, el posado de Lee Miller, año
1945, Berlín, final de la guerra, en la bañera del Führ... que eso son
palabrotas, morbosos...
En esta edición, junto con Memorias de abajo,
vienen varios cuentos de Frau Leonora, con un punto fantástico,
surreal y demente... pero lo que merece la pena de
veras es “Down Below” el relato pormenorizado de su locura,
situada básicamente en un manicomio digo sanatorio de Santander.
Antes de que la encadenaran a la camilla con correas y pinchazos de Cardiazol
(mimá qué convulsiones), Leonora, de buena familia y algo lunática, escapando
del III Reich, lo mismo que su Max Ernst, aparece en Madrid, a duras penas y
por lo pelos y Pireneos a través y como tantos otros... todo ello debió suponer
mucho estrés y Frau Carrington empieza a hacer cosas singulares y
distintas y pintorescas y surrealistas de más, pasa luego a loquear del todo y
se la acaban llevando al Norte, a la clínica del Doctor Morales, donde ingresa
en Agosto de 1940 y venga esos pinchazos del Cardiazol que por lo
que cuenta la señorita... luego sale de la clínica, curada,
aunque parezca mentira, pero no lo es, y vaya experiencia la que ha vivido, y
nos lo cuenta todo en sus Memorias de abajo... viaje de ida y
vuelta. Entre las láminas que acompañan la edición viene la del mapa que dibujó
de la Clínica de Santander, el “mapa de Abajo”, con sus distintos
palacetes, jardines... más bien el plano de cómo lo veía y entendía Leonora...
No sé si impresionado con el relato o la persona o
el “mapa de Abajo”, o lo que sea, Leopoldo María Panero
espeta una anécdota del viaje a las profundidades de la Señorita
Leonora en una entrevista que le hacen en tve. Está con Chavarri, Dragó y el
biógrafo del propio Panero y les cuenta una de las idas de olla
trinitarias de Carrington... también les dice que ella estuvo internada
en Mondragón (lo mismo que él), en vez de en Santander... trampa... nadie
rechista... no sé.
Hay un tipo que se topó en una exposición con el
mentado mapita. Le sacó unas fotos y lo colgó en un Blog (pinchad). Lo que no hace
es presentar la leyenda explicativa, que resulta indispensable y
que sí viene en el libro: jardines, distintas casas, radiografías, cementerio,
etc... como es algo amplia, os aclaro que “Abajo” es lo que
aparece con el nº 7, al lado del nº 6b,
“Emparrado”, donde están “a) Mi habitación en “Abajo”, el eclipse y el
limbo”...