No lo entiendo, y me quedo en fuera de
juego… En Los perros de Tesalónica no hay nada… Hay cosas vacías en las
que hay de todo. También hay cosas llenas en las que hay de todo... lo mismo que
las hay vacías en las que no hay NADA; ni rastro. Las cosas llenas
de nada se dejan para otro día…
Por no decir que hay auténticos artistazos
en esto del menos es más… aunque también los hay que no valen para eso. Apagad
las luces y que no entre oxígeno.
Creo que lo único que hay en Los
perros de Tesalónica es lo que dicen del libro. Lo que dicen otros,
claro está, que el libro no dice nada, ni se lo calla, na de na, partitura
en blanco, muerte cerebral… hoy me apunto a decir.
El experimento sería leerse el libro de Askildsen…
entiéndase por esto leerse un hueco, un estornudo, un ventilador apagado o un
plato de caldo… o no leerlo, que viene a ser lo mismo tratándose de Los
perros de Tesalónica… pero, en caso de hacerlo, leer dicho hueco en el sentido
en que se ¿puede? bailar la arquitectura… y, una vez
situados en el desierto (os aclaro que el desierto es leerse el libro, que no
os enteráis!), pasarnos un rato repasando las diversas interpretaciones del
hueco/libro de Askildsen, comentarios que abundan en internet... vaya
experiencia…
Me parece que el libro de Askildsen
es una versión más del experimento ese de darle a probar a un experto en vinos
(personaje fanfarrón hasta el anegamiento) una copa de vino de mesa, espeso y
peleón a más no poder, pero servido de una botella de Chateau Laconchamismuelas
año 1947 reserva de la familia por supuesto carísimo y francés… y ver cómo, el
brillante especialista en el maridaje del esnobismo y la literatura, nos canta
las excelencias de ese vino de tres céntimos servido de una botella
de quince
mil eurazos… cómico.
Hay un paso más en el experimento, se lo debemos
a Askildsen…
os lo explico ya mismo: que la botella, digo libro, esté vacía;
a ver, que no haya vino dentro de ella, sólo aire… con el mismo resultado, un
milagro de la sosería, por parte de los exégetas: cantarnos la milonga de qué
vino tan excelente, mon dieu, qué aroma, qué buqué, es que no entendéis, todo
se pega menos el buen gusto y demás Monsergas Kitsch de estos bebedores de medio
pelo…
Después del ejercicio chapucero, un
descanso… Y se empieza a entender más y mejor que haya gente tan pasada de rosca... que, pensando en libros, opine que Cristian Crusat es el mejor escritor que hay por estos lares… otro ejemplo de esta interesantísima carrera que consiste en
ver quién vacía más la botella... Me refiero a vaciarla de firmamento y llenarla de metralla barateira y fashion y clichés y partituras en
blanco… en blanco, sí, en blanco, pon la mente en blanco, que le decían a…
para dar luego a probar el contenido de esa botella vacía como si fuera vino del mejor.
Moito… el que hace el experimento tiene un pase, o no lo tiene, según de qué se
trate… pero el que se bebe un trago de aire y dice, todo campanudo, qué vino
más bueno… a ver, ése es tooonto de remate…
Acabo de registrar el experimento, con
su copyright y todo… se llama: Sobre el vicio del vacío... no, muy
malo. ¿Lectura al vacío?... tampoco. Lectura, vicio y vacío riman con
te odio. Y con muchas cosas más.
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