Ha coincidido así y, últimamente, han caído
en mis embrutecidas manos varios libros de relatos… os digo que debemos tener
un cuidado mayúsculo con el asunto de los relatos y cuentos y demás parentela
cuando nos la presentan recopilada y/o seleccionada y/o completa y/u otras
variantes, todas ellas con tendencia a la generosidad y abundancia… porque hay
muchos autores que no pasan el corte, que no estamos para tonterías, que ya
está bien… que salvo los buenos de verdad, luego los hay que tienen un
relato cojonudo y mil insoportables, y los hay que sólo tienen mil
insoportables, pero resulta que los que tienen como mucho un relato pasable, que
uno piensa que la casualidad fue generosa con ellos, vienen siendo también
autores intocables por la gracia de no sabemos qué tipo de conjunciones
astrales y caprichosas decisiones de masas…
Para no perderme con las filias y fobias
que me achicharran a menudo, hoy me voy a quedar con los últimos libros de
cuentos que me he agenciado… no sé, no sé, debo estar mal asesorado, que he
pinchado en hueso más de lo que esperaba y tengo el antebrazo acalambrado…
Ya os he dicho que Tan triste como ella y otros
cuentos de Onetti es monumental libro estratosférico recomendable para
gentes de aquí e dacolá… si encima os lo regalan en la preciosa edición que se
gastaron los de Lumen hace unas décadas, pues en ese caso la cosa es, simple y
llanamente, que os quieren, que le importáis mucho a esa persona que os viene
con estos detallitos literarios envueltos en cariño… o puede ser, también, que
esa persona os ha hecho una putadita gorda y se siente culpable y quiere
compensar su tropelía regalándoos ese libro que tanto os apetece… y debéis
romper con ella, abandonadla en el lodo, hacedme caso, que no os merece la muy…
aunque podéis esperar a que os regale, no os precipitéis, la colección completa
y original, vaya pastizal, del Ojo sin párpado o la Biblioteca
de Babel, cosa que sería la confirmación, que lo vuestro es el método
científico, de que ella es una salida cuasi ninfómana generosa con el espécimen
masculino en términos grupales y que vosotros no os enteráis de nada… Y os
quiero aclarar que, en mi caso, el libro de Onetti me lo compré yo… que cuando
ella me hace regalos suelen ser quinientos libros de golpe y sin venir a cuento…
y ay.
Bueno, habréis leído por todas partes
que Machado
de Assís es un fenómeno intergaláctico del relato. Bien, leeros Cuentos
de madurez y veréis que es un coñazo montado a lomos del aburrimiento
más decimonónico… también habréis captado en el ambiente que Anton
Chejov es otro autor indispensable en no sé qué tipo de historiografía
literaria del cuento, cosa que soy incapaz de valorar que no tengo
formación para ello, y seguro que lo es, pero cogeros Cuentos imprescindibles y
me diréis si soportáis la prueba… que sólo me gustó uno por puro instinto de
supervivencia: El pabellón número 6… o
cogeros como hice yo, emocionado tras leerme Los detectives salvajes, todos los relatos de RBolaño y veréis que uno,
en este caso yo, no se puede dar este tipo de atracones, que es que no puede
ser, parece mentira que lo haya hecho… y es que varios de estos autores súper
estelares deberían ser, en general y por término medio, mucho más comedidos con
la cantidad
y más exigentes con la calidad… o no, que cada uno hace lo
que quiere, pero vaya coñazo…
…A medio camino está Un
amigo de Kafka, de Isaac Bashevis Singer, que tiene
varios relatos pintoresco sorprendente yiddish encantadores que merecen la
pena… si cruzamos de orilla y nos vamos al otro lado, al bueno, resulta que ahí
me leí hace nada una selección de Cuentos fantásticos del XIX, que
claro, poniendo un único relato de cada autor, entre ellos: Wells, Bierce, Poe,
Kipling, Turgenev, Villiers, etc. es una macedonia que está básicamente de
maravilla… y ya puestos, para remontar el vuelo definitivamente, agenciaros una
recopilación de Rudyard Kipling publicada por Siruela en dos formatos, el
primero en la Biblioteca de Babel como La casa de los deseos y luego como 10
narraciones maestras que es un escándalo absoluto y veréis lo que son tres
relatos buenos y siete inmensos que, si me dan las cuentas, son diez en total…
Pero volvamos a los regalos que os hace ella
sin venir a cuento… pensad sólo un poquito…