Leyendo Dos relatos y una perversión
hay momentos, recién empezado el libro, en que se presiente la gloria… Leopoldo María publicó sus dos relatos y
su perversión en el año 1984, en ediciones Libertarias, en
la colección Pluma rota y con ilustraciones de Miguel Mansanet. Hace poco, cayó en mis manos el extraño objeto, pequeña
joya que pagué con gusto más gastos de envío… y que llegó impoluta, menos mal,
a mis manos, muy bien envuelta y qué ilusión.
Pues bien, haceros con él tan pronto
podáis… y aprovecho ya, una de cal y la otra de arena, para bajaros los humos,
que de los tres relatos (dos de los cuales se catalogan como tal y el último
como perversión) es el primero de los tres: Páginas
de un asesino el que no es que esté bien, no señor, es que es
impresionante, casi me atrevería a decir que apoteósico, o hasta insuperable en
lo suyo… de esto que me dan ganas de colgarlo entero y ahorraros la búsqueda.
Aunque colgándolo, y sabiendo que os va a dejar estupefactos, que Leopoldo
sacó el tarro de las esencias y lo desperdigó a lo largo de unas cuantas horitas
de redacción inspiradísima, os ibais a desesperar el doble por conseguir el
librito, y hasta pagaríais lo que por el artilugio os pidiera algún desalmado,
y eso no tiene sentido, que para eso os lo vendo yo por el triple de lo que
pida el desalmado y me dais las gracias…
Y vale, lo tengo decidido, que no cuelgo
el relato insuperable… pero os voy a tocar morales y edulcorados pareceres con
los epígrafes en que se divide el asuntito escrito:
Principio
Danza de la muerte
La iniciación
De cómo partí en dos mi cabeza
La verdadera historia de Peter Pan
Renacimiento para nada
…apenas 26 paginitas que se
dirían distintas y que me dejaron viendo estrellitas en el plato sopero en el
que tuvieron que recogerme la baba… que Leopoldo
María Panero llega a escribir unas cosas que te dejan a dos velas, cariacontecimiento y en pelotas. Qué tío… y
ya me viene a la cabeza El desencanto, pero paro… y la
endogamia, también paro… y Astorga, las vísperas de Cast…
Luego, que vuelvo con la de arena, en
los otros dos cuentos: Aquello que callan los nombres y La
luz inmóvil, estando bien, como que LMPanero pone el
automático a funcionar y el tarro de las esencias va y lo guarda en la nevera y
la cosa no cuaja al mismo nivel que el primero… haiche boa diferencia. Es que
no hay color… Yo casi me los saltaba y me ponía con alguno de los relatos de El
lugar del hijo, que los hay de cuidado…
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