Ojo con los libros de Antonio Pau… a ver, ojo con los tres
que he leído, porque estos tres, en concreto: Rilke, la belleza y el espanto; Hölderlin, el rayo envuelto en canción; Novalis, la nostalgia de lo infinito,
están para comérselos… no sé si el gachó es un obsesionado, o un currante nato
y archidocumentado, o un esclavo de su editorial, o todo esto junto… pero se
dedica, entre otras cosas, a sacarse de la manga unas biografías alucinantes…
sobre personajes de mucha índole, gama alta, cosa seria, buque insignia… y
resulta de todo ello que sus librajos no tienen desperdicio… En la editorial
Trotta se ve que tienen fe en él, y lo demuestran, pues se gastan unas encuadernaciones
en pasta dura, unas calidades en la edición y tal cantidad de láminas en cada
una de las biografías que firma Herr Pau que tiran para atrás…
Y ahora resulta que los del servicio secreto de la DDR me han colocado
en la sala de estar un pódium, por lo que me veo en la obligación de aclarar
que la biografía de Rilke está muy bien, absolutamente recomendable… pero que las
de Novalis
y Hölderlin son aún mejores, espectaculares…
…el otro día estaba tan desorientado que acabé cogiendo un periódico…
y me puse a leer la fartadura-de-estupideces que allí se presentaban… entre todo aquel
sindiós
apareció Herr Pau, Antonio… os hablo en riguroso directo, batiéndose en
duelo con Herr Sáenz, Miguel por ingresar uno de los dos en cierta Academia,
también de mucha índole… Y vale que Herr Pau nos gusta, pero cuidado con el
asunto, porque las credenciales de Sáenz pasan por ser insondables, mágicas,
prodigiosas… las de APau son como más de este
mundo… con lo que, era de esperar, acabó ganando la alquimia…
…es universalmente conocido que, siendo Thomas Berhnard un fuera
de serie, un tipo insuperable, un escándalo, el-no-va-más, el ídolo… pues resulta
que esta impepinable realidad es aún más ostensible y cantosa y monumental,
hasta mastodóntica podríamos decir, si a Herr Thomas se le lee en castellano…
así ha sido sentenciado por los que saben… el culpable de tal rareza
no es otro que el mentado Miguel Sáenz, que viene siendo el
verdadero Thomas Bernhard, y no sólo su traductor y biógrafo… todo esto en riguroso directo…
primicia cósmica… verdaddelabuena…
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