Animaladas
y truculencias y obscenidades y traiciones y asuntos todos ellos a flor de piel
y de emoción… todo lo que queráis que os haga sudar nos lo cuenta Jean
Genet en Pompas Fúnebres, que es un libro tan monumental que es para
pararse en él porque Herr Genet nos larga todas esas
embestidas y cosas inenarrables y privadísimas, historias y vivencias que yo no
le he leído prácticamente a nadie… pero es que luego está la cuestión de cómo
nos las cuenta el autor y ahí ya la cosa se sale de lo verídico y se adentra en
lo milagroso porque este garçon escribe tan de verdad y tanto
arte le sale a borbotones de la pluma estilográfica que es para echar cohetes
desde el sacro hasta la nuez, hasta la mismísima jorxa, todito por
dentro de uno mismo, cerrad lo ojos y veréis cómo lo sentís…
Habría
que ponerlo de pie en el cuadrilátero, hombro con hombro, al lado de su primo de
afrentas Louis Ferdinand, vaya dos torbellinos vira-vira, y sabríamos
lo que es hacer las cosas como es debido, la centrifugadora neuronal… mi ma! qué
tipos: gabachos dos, resto del mundo cero.
Luego
viene una reducida escuadrilla de fans de ambos, lo mismo da que sea de retrógrados
o avant, metralleta en mano, con ánimo de convencer a los feligreses de que
para escribir de verdad, como ellos dos entiéndase, que a quien lo discuta lo
mando al paredón por insensible, es indispensable haber pasado por la
trena, y haber dicho y pensado y vomitado esas cosas con cuyos ángulos
sangrantes tropieza la mayoría, y ser a ojos de muchos unos indeseables
unos desgraciados unos renglones torcidos unos desechos inmorales y aviesos… en
resumidas cuentas, y volviendo a la pluma estilográfica, haberla mojado en mierda en vez
de en tinta china… jopé qué panorama para escribir bien…
La
cosa es que Genet es una pasada, Pompas Fúnebres otra… Milagro
de la rosa otra… con estas evidencias indiscutibles, que ya me han
pasado por encima de la nuca hasta la espina, qué libros, y ojo que os mando al
paredón, me voy a agenciar una camisa eléctrica y un bozal antes de ponerme a
leer las otras dos floraciones de este portento Genet: Santa María de las Flores
y Querelle… venga cohetes…
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