Escrito en plan tablatura, como hace
Xosé Cid, El mar, el mar es “De si, de si” para que pronunciéis bien y
como es debido… habrá quien diga que no es de si, que es otra cosa distinta,
pero da igual. Lo mismo os aclaro que en vez de Iris debemos poner Airis, como
los pubs…
De la tipa Murdoch no había leído
nadita. C h se pronuncia K… Hasta ayer mismo pensaba que era un tipo, menuda
sorpresa cuando le vi el corte de pelo y demás orografías… el libro es enorme
y largo y duradero… hay quien se lo lee durante las cuatro estaciones.
Es de esos librajos que parecen que no pero que, cuando te quieres enterar,
estás enganchado hasta el SI mayúsculo… a pesar de que te estés hasta
preguntando cómo me puede estar gustando esta cosa tan rosácea… no teniendo
nada que ver, se me vino a la cabeza Contrapunto… así, en plan optimista
albión…
Lo incluyo ya mismo en la lista de las Geometrías
del amor… para gente que no aprende, entre la que me incluyo, que
necesita que las cosas amorosas le sean explicadas una y mil veces y aún así no
hay manera de entenderlas, no digamos dominarlas… En El mar, el mar, lo de
menos es The sea, y eso que sale como paisaje continuo, que lo que manda
realmente son los intríngulis sentimentales y los celos… pero qué celos
y qué angustias y ombliguismos… yo tomé apuntes. Sé de más de uno que se
memorizó situaciones. Hay quien dejó de flirtear con rapazas porque se acordaba
de pasajes del novelón y se daba vergüenza a sí mismo… no sé de nadie que lo
dejara a la mitad. Tampoco conozco a nadie que lo acabara.
A quien le haya pasado eso de que un
enamoramiento juvenil se le quedase atrancado en la mollera para el resto de su
vida es casi recomendable que se coja el libro y se ponga a leerlo no
como un novelón sino como una advertencia… hay una parte al comienzo que
chirría un poco, que está Iris como que indecisa, auto justificándose… pero
luego se suelta y empieza con “La historia” y entonces caray con
la tipa…
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