…pero tanto tantísimo que acabé perdiendo el control de la máquina a
los mandos del libro… Estos mexicanos me tenían compitiendo en un desenfreno de
velocidad, peraltes y cajas de cambio. En el garaje Elizondo y sus maravillas
de tipo raro, por no decir el famoso y mitificado que parió el librajo mayor Pedro
nosécuántos… y otros, que nos os quiero aburrir... Ahora Francisco Tario que te coges sus relatos y el coche se te pone
a 215 kph sin percatarte hasta que te dan el alto los de seguridad ciudadana y
firme aquí, por favor, verá cuando le llegue la foto que no le salvan de la
multa cósmica ni los doce cilindros en V del aparato flamante…
Tras perder el control de la máquina a los mandos del bólido
recapacito y me digo que no pasa nada, que no siempre se va a topar uno con
sorpresas deliciosas y suculentas, que La noche de Tario estuvo bien, pero
es que somos tipos maduros y sabemos que todo en esta vida tiende a compensarse
con su opuesto, de esto que metes un gol y luego te lo empatan… y quién carajo
me obligó a mí a hacerle caso a ese tipo cejijunto que me soltó eso de que si
me había gustado el tal Tario, que el tipo cejijunto lo conocía, hay que ver
qué siniestro, pues que me leyese a Juan José Arreola, en mi vida tuve el
gusto, y que me iba a enterar de lo que es bueno… y le preparé la plaza en el
garaje, al lado del 250 SWB, mirad si tenía fe en el artilugio… Y el cejijunto,
que se las daba también de juez de silla, me dice de manera sentenciosa que debía
empezar por Confabulario, que es tremendo libro de relatos. Y le hice todo el
caso del mundo…
A ver, Arreola me decías que se llama… Confabulario... Encima,
el editor nos viene con laudatorias cursivas del Bonaerense Universal dedicadas
al Arreola, de esto que uno empieza el libro y simplemente no se puede creer
qué tipo de papel en blanco le pusieron a Jorge LuisB delante, firme aquí
majestad, sospechosa encerrona, porque no puede ser que haya dicho lo que dicen
que dijo sobre… o sí, para el carro, meu, sosiégate, que los que saben suelen
llevar más razón que los que no saben, así que ya me está gustando más el
libro, y mejor voy cambiando de discurso que a lo que sí que me niego, que
ahora ya me centro, es a llevarle la contraria a gente que está tan por encima
de las estúpidas controversias blogueras que es que me niego a dar ese cante…
Pero el caso es que parece que hay barra libre, que te dicen que no
veas qué cuentos y relatos y resulta que la cosa no es para tanto, que entre
los de FTario, a ver si lo que me pasa es que ya estoy trastornado del
todo, y los de JJArreola hay un mundo, no me fastidies, que ni punto de
comparación lo bien que me lo pasé con unos y no con otros.... Vale si lo que vienes
de leer durante los últimos siete años son inacabables tratados de física cuántica
sin gráficas o diluyentes de la sensatez y buen tino semejantes, que en ese
caso Confabulario
podría valer para algo distinto que para darte un disgusto… ya me estoy
arrepintiendo de haber dicho esto… pero salvo en ése improbable caso, me
refiero a los siete años de infierno cuántico, no sé qué decir… bueno, algunos
de los títulos de sus relatos están bien… y el cuento que se titula “De
balística” me gustó entero, mucho, la verdad es que es
bestial, y alguno otro también… El tipo como que escribe en futuro, algo así como intentar escribir con
treinta años de la manera en que crees que lo harías con cincuenta, no sé si
esto tiene algún sentido, pero es la sensación que me dio… como estos críos
que tienen tanto sentido que horrorizan… En pasta dura y con cubierta,
como del cejijunto me fio, pues me compré una edición en condiciones… a lo
mejor es que me cogió de malas, y en vez de un libro de relatos lo que me hacía
falta para serenarme eran siete años de tratados de física sin gráficas ni
aditamento alguno… que a lo mejor me coge de otra manera y va Confabulario
y me…
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