Ayer empecé La vida breve, de Onetti…
voy con miedo... La cosa es como sigue: el meollo sería Juan Carlos Onetti… lo(s)
demás, puesto a cortar por lo sano, son matices y campañas publicitarias y fotogenias
y caprichos y luchas de colores y paridas de niños bien jugando a malotes o a
bohemios... Basta con pillarse de Onetti: El astillero, leerlo, asombrarse, no
creérselo de tanto arte ahí metido… y al terminar la maravilla, algo te dice
que hay que hacer justicia… y te da la risa con que si Gabo, Cortázar,
Varguitas, Fuentes y resto de vedettes del ¿Boom?, todos unas máquinas, sin
duda, qué tipos y qué librazos, pero es que Herr Onetti… y te
mosqueas con el intríngulis de la fama de unos y otros… y piensas en el abismo
que separa la oportunidad del oportunismo… que ahí les duele, meu.
Cuando acabe La vida breve veré si me
trago mis palabras y tonterías… o si sigo con ellas y os trazo el mapa
verdadero del así llamado Boom, esa broma mercantil y burbujeo
literario, ese atolondramiento contable en el que se confunde el debe
con el haber de muchos de sus miembros más destacados. Sí, sí… las
cuentas claras y el chocolate…
Pero es que yo vine a hablar del libro
de Cid
Cabido… que este tipo sí que es un mapa verdadero. De perfil o de alzado,
a cámara lenta, en 3D o en barbiartúrico. El sinsentido
convertido en ecuación exacta y armoniosa. O intercepto es arqueología y
márgenes sin un centro y localizaciones sin ubicación… y mucha suerte porque,
siendo el primer libro del tipo Cid, no hay quien lo vea ni lo encuentre
ni nada de nada hasta que te enteras de que una librería de Noia
lo tiene esperando por ti desde 1985 y te coges un apuro serio, y también un
taxi, no te lo vayan a levantar.
En O intercepto, que contiene diversos
relatos, hay varias de esas ¿cosas? que escribe Herr Cid y que no tienen
nombre conocido ni parangón sobre el papel salvo la gloria y que a mí sólo se
me ocurre anunciároslas como eventos radicales consistentes en invenciones, parrafadas
o especulaciones de indudable gusto, tensión, prestancia… hoy estoy en plan
académico y eufórico… que varias veces ya os he dicho que es de lo mejor que te
puedes topar publicado en forma de libro: Boom Cabido.
En estos relatos, Xosé Cid avisa de las
pirotecnias, de cómo se las va a gastar cuando se suelte la melena en sus
próximas obras… no sé si construye el futuro o desentraña el pasado, ni idea… pero
Méndez
Ferrín lo vio venir o lo escuchó llegar y le hizo señas y, también, le
escribió el prólogo del librajo… En dicho prólogo, Ferrín cita tres
cuentos, según él, perfectos, de la literatura universal… así, como si
fuera un tiroteo y todos al suelo que me ciego y no sé lo que hago que os mato
a toditos todos: Sobre el agua, Continuidad de los parques y O encalantro… luego, tras
citarnos estos tres perfectos universales, se centra en algunos de los relatos de O
intercepto… A mí, el que da título al libro me recordó a Joe
Gould y su secreto… y el libro entero a lo que iba a escribir Herr
Cid en Foumán, O camiño de Middelharnis, Blúmsdei, Copenhague… moito.
2 comentarios:
Son Xurxo. Déixote esta ocorrencia.
https://t.co/FRNyyv8Pob
Boas, Xurxo. Guau, quedei pampo coa ocorrencia; está moi ben, obrigado. Atopei “Lémbrome” en Ler, o teño na casa e nuns días póñome. O libro de McCullers o lin hai anos, recomendáramo un bo amigo, ó mellor esquecinme de subilo ó blog... Falamos.
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