Al final el diagnóstico tuvo que llegar por correo certificado, que el
médico no se atrevía a soltar el conceptito ese que hace las veces de disculpa
para sacar la camisa de fuerza del armario y empezar una injusta cacería humana…
reconozco que en mis confidencias con el loco acuciante de la bata blanca le mostré
los viajes con portada de la Ed. Labor. Luego le recomendé las Narrativas
Contemporáneas de Edhasa… ya sabéis cuáles, las de la
primera hornada con sus cubiertas tutiplén que tanto gustan… como paso previo
para marearlo con otras estupideces encuadernadas… pero ya no me dio tiempo que
llegó el mentado diagnóstico y la subsiguiente cacería humana…
La colección inicial sería la que, aquí y ahora, retratamos toda
colocadita … luego como que se dieron cuenta que funcionaba y los de Edhasa
fueron añadiendo más títulos virgueros a sus Narrativas Contemporáneas (que retrataremos otro día) con la magnífica idea de presentarlos así con sus sobrecubiertas
fashion y bien encuadernados y la gente encantada… pero luego cambiaron de
ideas, eso que se dice como sin pensarlo que renovarse o morir, y está
claro que vaya tontería, y cambiaron las cubiertas y la encuadernación y en
general lo cambiaron todo, y entonces dejó de tener gracia lo que antes sí la tenía,
y a ver quién compraba luego el cutrerío aquel que uno ya ni se acuerda del
estropicio y chapuza que era…
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