De esto que al final acabas con el ansia de seguir coleccionando
viajes con sus respectivas portadas, que no es mi caso, que yo como
mucho tengo *** de estos librajos…
pero sé de alguno que debe andar plantado a pies juntillas en esa patética
situación en la que sólo le faltan uno o dos libros para tener la colección
completa, y eso sí que es muy como para no estar contento, que sé que no lo
está, y también es como para acabar haciendo esa gran tontería que es pagar por
el uno o dos que le faltan esa truculenta y astronómica cantidad de pasta que
bien sabéis que no la vale ni la colección enterita, no digamos un solo libro…
Más cuidadoso con sus ahorros sería el tipo que tiene bastante con ver
las portadas juntas, que eso ya es más fácil, que para eso están los blogs de
todo tipo de tarados, incluidos los que cuelgan los libros de viajes de la Editorial
Labor, que a mí tenerlos todos me trae al pairo, que me llega con los *** que tengo secuestrados… pero os
digo que ver seguiditas varias portadas sí que es una cosa que me gusta de
veras, patologías aparte, que no estamos para diagnósticos ridículos, de esos
que si te gustan las cosas ordenadas te endilgan no sé qué enfermedad, y si te
gustan desordenadas te endilgan no sé qué enfermedad, lo mismo que si te da
igual que estén o no ordenadas o desordenadas las cosas, o hasta la vida en
general, que también te endilgan no sé qué enfermedad, por no decir que si no
tienes ninguna enfermedad que te puedan endilgar, pues viene el loco
acuciante de la bata blanca y te espeta que no tener ninguna enfermedad
es la más grave de todas las enfermedades dolencias patologías habidas y por
haber e, ipso facto, te endilga el loco acuciante de la bata blanca, de
manera purulenta y viscosa y en esa letra indescifrable, otra enfermedad y le
pone el sello del centro médico y pase el siguiente y le recomiendo que se olvide
de coleccionar
viajes con sus portadas que está usted de atar…
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