jueves, 17 de diciembre de 2015

Hombre lobo Romasanta/ Chaguazoso... Cabido/ Ferrín.

Se me ocurren pocos sitios más en el umbral que Chaguazoso, Concello de Vilariño de Conso… hay que verse. Una vez aparecimos allí sin saber de su existencia... Tampoco sabíamos qué era eso de las torres o chimeneas de equilibrio; al verlas recorriendo el monte, no entiendes nada… Buscábamos indicios del paso de Cid Cabido por las piedras del Invernadoiro o Manzaneda me diréis vaya delirio. Al rato te piensas lo de quedarte allí… cuidado con el lugar. Cuando, en medio de aquel panorama, descubres la dichosa presa del río Cenza, se te cae el invento al suelo, convertido en espuma verde… qué espanto.

De los varios libros sobre dentelladas licantrópicas me agencié hace poco Manuela Branco Romasanta, O lobishome asasino, de Mariño Ferro. Cuánta información… y cuánta novedad. Empezando por el género del archiconocido ¿Hombre? Lobo de Allariz… vaya una cuestión a dilucidar, no tenía ni idea de la porfía.

El libro no tiene desperdicio… de lo mucho que cuenta, me quedo con lo que no aparece por ningún lado… la trocha, el camino, el deambular, el reguero de fino hilo que, sobre la carta, trazarían las andanzas del Licántropo… estuve traduciendo al mapa dicho paseo infernal. Los datos los coges del librajo… los conviertes en trigonometría plana y elemental, nada de tecnicismos, y… quede claro que iba buscando a Cid Cabido en esas piedras y páginas.

Lo que me sale es un dibujo, que para algunos será un garabato y, para otros, una premonición… el caso es que aparece Chaguazosocúspide y vértice oriental del mapa, lo tengo delante de las narices… la presencia en dicho pueblo del lobo humano sin género definido, nos la cuentan algunos de los testigos del juicio celebrado contra Romasanta, cuyas actas y detalles desmenuza en su libro Herr Mariño Ferro… testigos vecinos de Chaguazoso.

Me da que ese lugar en las alturas, de nombre inverosímil, colgado de las montañas oscuras,  podría haber salido de un relato de Méndez Ferrín… pero en ese relato no encajarían las chimeneas de equilibrio, estructuras de ciencia ficción en medio de aquel paréntesis de roca negra… con ellas, con esos artefactos verticales, el relato deja de ser del Titán de Ouréns y pasa a ser de Cid Cabido vaya dos, seguro que encerrados diez minutos en una de esas torres, con los pies hundidos en roca negra y los brazos en las nubes, inventarían elnovamásallá de Chaguazoso.

El no vas más acá podrían ser Los Hombres-Lobo… recopilación de cuentos y aullidos de la colección El ojo sin párpado.

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