miércoles, 30 de diciembre de 2015

Exploración del archipiélago… Char/Pato/Hölderlin…

Vuelvo a dar vueltas y más vueltas alrededor de unas islas, y me mareo… ahora son de René Char. El tipo se sale. Cosa bonita. La palabra en archipiélago, lo mismo que si dijéramos el verbo en estampida… o La nube en pantalones

Las últimas, me refiero a islas, fueron las de Herr Pato Cabanas, todas trazadas por  Miguel en su Arquipélago lo insular lo borda, le sale de tiralíneas… ya os lo he contado. Del Incidente Laranxa Solar me quedo con el título y con el todo… me tiene que no me suelta. Si se me ocurre a mí, me jubilo de la alegría… un descubrimiento.

En mi bañera, antes que las de Pato Cabanas fueron las de Friedrich Hölderlin y su El archipiélago… que el nombre gustó a varios.

Ahora es otro… De René Char y su La palabra en archipiélago lo que más me gusta es el mar que lo rodea… el libro está bien… el mar que lo envuelve son las notas que le dedica su traductor, Jorge Riechmann. Todas al final… varias de ellas con transcripciones de entrevistas, opiniones y demás gracias del propio Char… una maravilla…

Un ejemplo: te lees La carretera por los senderos y no sabes qué hacer, por dónde tirar… te gusta, pero… no te gusta, aunque… Cuando en una entrevista le preguntaron a René Char por ese poema, el tipo sacó a pasear sus maneras, distintas, brillantes.... parte de esa entrevista con Char nos la espeta Riechmann en las notas de esta edición... empieza René, con el poema en mente, a explicarse: “Cuando un hombre se acuesta en un sendero lo ocupa con todo el cuerpo. Con la carretera sucede al revés…” silencio, se rueda. Pues eso… el mar que lo rodea, qué gozada… me lo bebí de golpe

Al acabar el trago me enteré de la existencia de un libro del propio Riechmann: Exploración del archipiélago. Cuando lo encuentre, lo pienso disfrutar como hombre rana. Supongo que Riechmann desmenuza los archipiélagos de Char y no sé cuántas cosas más… promete.

Suele ser al revés, pero parece que en el caso René, no. Muchas veces, cuando un autor se pone a describir su obra y su arte, no hay quien aguante la contaminación acústica y ambiental generada por semejante mejunje… por lo visto en las notas de La palabra en archipiélago, con varias andanadas del propio Char, en el caso de Herr René la cosa es distinta; parecen mejores sus propias aproximaciones al meollo, que el meollo en sí… ¿me estaré pasando?... tal vez, pero hay que buscar ese tipo de cosas de René explicándose…

Cuando acabé de beberme el mar pude ver ciertas realidades antes sumergidas y ahora a flor de piel… hay conexiones en la superficie y las hay en la raíz, en la profundidad… bombeo primario... Cuando desaparece el agua, la raíz y lo profundo también son superficie, y la isla su cima…

Lejanos tipos rodeados de mar, entre otros Char, Hölderlin o Pato, aguantan un diluvio sin inmutarse, a bordo de sus arrecifes, Archipiélagos maremoto… luego viene el absorbente que se traga todo el agua y ves cómo, de repente, se tocan en la raíz, los tres... Sorpresas de una embolia… Si quieres, con paciencia te pones a caminar desde Char hasta, no sé… y sigues pisando firme.

Tengo un CompincheM que me cuenta alguna de esas apabullantes circunstancias que el actual nivel del Mediterráneo no nos deja ver con facilidad… de esto que si viene un René Char que se bebe de un trago sin fin todito el mar, habría que empezar a replantearse varias aproximaciones y no menos meollos hoy intocables.




martes, 22 de diciembre de 2015

Josef Winkler/Cuando llegue el momento… endogamia galaica. Y Bernhard

Me pilló hace unos días sentadito frente al televisor una entrevista con un personaje desconocido… fue empezar a hablar el tipo Josef Winkler y quedarme pegado a las paredes de mi estómago, flup, flup, que se encogió de golpe…

Lo que decía… cómo lo decía… miña nai. Busqué, luego, qué había de él por estos lares, en plan libros publicados… con la esperanza de que en las páginas del gachó austriaco salieran a relucir las visiones e idas de olla que se le escapaban por la boca cada vez que la abría a lo largo de la entrevista de marras…

Hay un momento en el programa de que os hablo… es que es mucho… Winkler aparece medio lelo en la capilla de Klagenfurt que decoró, en floral y luciferino, el visionario de Ernst Fuchs… guau… de repente, Herr Josef  abre una de estas puertas camufladas que sólo ves cuando se torna… al pie de ella una escalera de piedra que, de lo estrecha y empinada, parecía una enredadera encajonada y terca… que debe subir a muy abajo, hasta mi estómago encogido.

Cuando llegue el momento, librajo impactante, es como la entrevista… una pasada. Difícil, tensa, repetitiva, obsesiva… llena de imágenes que, sin alteraciones de la percepción, no sé cómo se le vienen a uno a la cabeza. Un tipo distinto… La obsesión del Gachó Winkler es religiosa. Su solución para salir del encierro es puro arte… y alguna píldora de Thomas Bernhard… El libro es un escándalo magnífico de repeticiones, barruntos sobre la endogamia y poca ventilación. Él lo vivió en Austria. Hay gente que, cuando revienta, escribe como si fuera un oráculo, pim pam pum… Winkler cierra los ojos, coge la pluma de escribir, algo de carrerilla, y ve, del verbo ver, no del ir… hay otro momento en la entrevista, Winkler está sentado en un columpio y suenan unas campanas… le da la risa y, en seguida, ve a Bernhard…

Acabas pidiendo tiempo muerto… e impresionado, porque la Austria profunda, endogámica e insoportable que sulfata hasta la aridez Herr Winkler, un país que es como un oscuro jardín de tanatorios, cabos de año, entierros, desgracias, lutos en vida, legítimas, herederos mejorados, lluvia y campanazos a muerto… una mugre gris y añeja que acaba con cualquiera como la humedad con la madera… es el vivo retrato, pasados los Alpes y los Pirineos, de nuestra endogamia galaica… lume fúnebre!... qué cosas, meu, apagayvámonos.

Para medir los tiempos, me acabo de poner con uno de Thomas Bernhard… Acontecimientos y relatos… la primera en la frente, qué tipo. Goethe en el lecho fatal, asistido por ThomasB y reclamando la visita de Wittgestein, que lo vayan a avisar a Inglaterra… vaya una historia de futuro. Cuando se publicó, el relato se titulaba Goethe se mmmuere… con tres emes… ahora lo cambian, supongo que con permiso de Sáenz, y le quitan dos. Trampa, que Thomas le puso tresch... En Acontecimientos y relatos sale el original, con sus mmm, como debe ser… para pillarlo hay que buscar.

jueves, 17 de diciembre de 2015

Hombre lobo Romasanta/ Chaguazoso... Cabido/ Ferrín.

Se me ocurren pocos sitios más en el umbral que Chaguazoso, Concello de Vilariño de Conso… hay que verse. Una vez aparecimos allí sin saber de su existencia... Tampoco sabíamos qué era eso de las torres o chimeneas de equilibrio; al verlas recorriendo el monte, no entiendes nada… Buscábamos indicios del paso de Cid Cabido por las piedras del Invernadoiro o Manzaneda me diréis vaya delirio. Al rato te piensas lo de quedarte allí… cuidado con el lugar. Cuando, en medio de aquel panorama, descubres la dichosa presa del río Cenza, se te cae el invento al suelo, convertido en espuma verde… qué espanto.

De los varios libros sobre dentelladas licantrópicas me agencié hace poco Manuela Branco Romasanta, O lobishome asasino, de Mariño Ferro. Cuánta información… y cuánta novedad. Empezando por el género del archiconocido ¿Hombre? Lobo de Allariz… vaya una cuestión a dilucidar, no tenía ni idea de la porfía.

El libro no tiene desperdicio… de lo mucho que cuenta, me quedo con lo que no aparece por ningún lado… la trocha, el camino, el deambular, el reguero de fino hilo que, sobre la carta, trazarían las andanzas del Licántropo… estuve traduciendo al mapa dicho paseo infernal. Los datos los coges del librajo… los conviertes en trigonometría plana y elemental, nada de tecnicismos, y… quede claro que iba buscando a Cid Cabido en esas piedras y páginas.

Lo que me sale es un dibujo, que para algunos será un garabato y, para otros, una premonición… el caso es que aparece Chaguazosocúspide y vértice oriental del mapa, lo tengo delante de las narices… la presencia en dicho pueblo del lobo humano sin género definido, nos la cuentan algunos de los testigos del juicio celebrado contra Romasanta, cuyas actas y detalles desmenuza en su libro Herr Mariño Ferro… testigos vecinos de Chaguazoso.

Me da que ese lugar en las alturas, de nombre inverosímil, colgado de las montañas oscuras,  podría haber salido de un relato de Méndez Ferrín… pero en ese relato no encajarían las chimeneas de equilibrio, estructuras de ciencia ficción en medio de aquel paréntesis de roca negra… con ellas, con esos artefactos verticales, el relato deja de ser del Titán de Ouréns y pasa a ser de Cid Cabido vaya dos, seguro que encerrados diez minutos en una de esas torres, con los pies hundidos en roca negra y los brazos en las nubes, inventarían elnovamásallá de Chaguazoso.

El no vas más acá podrían ser Los Hombres-Lobo… recopilación de cuentos y aullidos de la colección El ojo sin párpado.

domingo, 13 de diciembre de 2015

Ungar/Los mutilados... Kafka (a)versión límite.

Llevaba media hora leyendo Los mutilados y no podía dejar de pensar en Cabeza borradora, de Lynch… y en Pi, fe en el caos… de noséquién.

Si las conocéis, vaya dos pelis, me diréis que el libro está en blanco y negro… y acertáis, que Ungar no utiliza ni color ni contraste ni brillo ni nada que no sea, única y exclusivamente, mugre a espuertas y sordidez, o cómo se diga, y rollo escabroso y venga pringue y más mugre como para detener un tranvía sin nombre.

Si las conocéis, también me diréis que el libro… y sí, os tendré que dar la razón… chof, chof… no resbaléis, y mirad ahí a ver si aún respira por el muñón el engendro.

El Gachó Hermann se debió leer a Franz K. de cabo a rabo nada más publicar sus libros deformantes en rigurosa primicia adelantada a su tiempo, como Las madres del invento… y le supo a poco a Hermann, le pareció poca vanguardia y menos, aún, verdad, y hasta algo afectado de más... y se dijo a sí mismo, vaya cagapoquito el Kafka de marras, vaya paniaguado, vaya nenaza… que siempre se queda a medias, que mucho amagar y poco machacar… aunque, a lo mejor, de todo esto nada, y Ungar nunca leyó a K. (no me lo creo)… o, a lo mejor, era su ídolo (pues… posiblemente).

Y HermannU. se puso a escribir una versión amplificada rayando en el acople de desgracias, muñones, procacidades y degüellos, digo una versión límite de un relato, cualquiera, de Franz K.

Cogeros Los mutilados en pantalla grande… y llevaros un mandilón para no ensuciaros, que hay mucha víscera, intestino y alegrías de bisturí. No está nada mal el librajo… resulta que, avisando desde tan lejos que viene curva peligrosa, y tomándote el libro con prudencia en la dirección… llega la primera virada y te sales de la pista por toda la tangente de lo embarrado que está el ambiente que monta el Gachó Ungar que, de verdad, es una guarrada fuera de concurso… y con un susto en el cuerpo quenoveas. Mutilándote, que es gerun…

Hay quien piensa que Kafka es de todo menos buen escritor… carajo, ahí duele. También hay quien lo ha dejado por escrito y bien clarito, me refiero a eso de que Kafka no es buen… Qué corte, vaya grieta en lo inamovible… el de Ungar es un relato de todo menos… que cada cual...

lunes, 7 de diciembre de 2015

Ferrín/ Ancares/ Zodiaque...

Hace poco di otra vuelta por la placa de hormigón, como si bailara alrededor de ella, que da nombre a toda la cordillera, de Porto de Ancares a Penarrubia, pasando por el Mustallar… se lee Méndez Ferrín, se pronuncia Amén… la placa sigue allí, que hubo quien intentó quitarla, romperla, hasta que cayó en la cuenta, pobre imbécil, de que no se puede, basta con leerse Elipsis e outras sombras o Arraianos o Con pólvora e magnolias…

Hay un libro que es una colección de fotos de lo de abajo, tomadas desde arriba, en blanco y negro. Lo de arriba ya os aclaro que son esos libros inigualables del Titán de Ouréns... lo de abajo es lo demás.

Dejando atrás Samos, en dirección a O Cebreiro, se llega al Alto do Poio. Con suerte, le ves los pies a Herr Xosé Luis… allí arriba la cosa y las sensaciones cambian. Muy recomendable para dudar de todo. A mí se me da por pensar en Escandinavia no por nada concreto o especial… sólo por mi estupidez. Con lo de Escandinavia me refiero a esas pelis de Bergman o Dreyer, no al turismo con anoraks ni al sol de medianoche... también me refiero a los libros de Ferrín. Con esas pelis en la chota de uno, llega con entrar en la iglesia de O Cebreiro como mero observador, el otro día se lo contaba a un Compinche, y mirar a la derecha, tiene que ser a la derecha, ojo, que a la izquierda el decorado es otro… pues miras a la derecha y te topas con aquello… igualito a Escandinavia, en serio.

A lo mejor a alguien le suena raro, pero echadle un vistazo a Persona, Los comulgantes, La hora del lobo, Como en un espejo… alguna de esas películas quebranta huesos. Y fijaros en las paredes y en la gente que aparece… Luego haceros el paseíto hasta O Cebreiro y entrad donde os digo, mirad a vuestra derecha… avanzad unos pasos, si queréis… y ya me contaréis.

O leeros alguno de los libros, en concreto los tres o cuatro que son inigualables, de Herr Méndez Ferrín…

Hay gente que se pasa, o nos pasamos, toda la vida obsesionada con un algo, un aquél… o consigo mismo, o con una idea, no sé… que parece única e indispensable, y quince minutos antes del final se da uno cuenta de que ese bloque de granito fundamental que tanto lo perturbó y hasta fascinó es de la misma veta de piedra que te topas en un chamizo, en un cuenco para la sal, bajo tierra o en una isla en medio de un pozo… y piensas que a buena hora se te ocurrió darte cuenta de eso, ya tan tarde, con tan poca luz, es que no me voy a enterar de nada… y, justo en ese momento, secagaunoentodo…

Una vez vi en una librería que parecía un museo dedicado a la testarudez de su propietario la colección de Zodiaque sobre el Ronico… impresionante, una joya, qué mérito. Cojas el tomo que cojas, y mira que son, elijas el lugar que elijas, al azar, lo mismo da el Vilar de Donas que Hospital do Incio, toda Córcega o parte de… te apabullan esas imágenes, es como ver una versión infinita, como una sortija, de la foto fija que sale en las películas de Bergman, la misma que leemos en un relato de Méndez Ferrín… Ediciones Encuentro publicó por aquí parte de la colección de Zodiaque del Románico, todita mallada: mismas láminas, planos, fotos, formato… pero traducida, claro…

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...