jueves, 29 de mayo de 2014

Max Aub/ Campo francés

C. Fundación Max Aub
En relación con Campo Francés, de Max Aub, hay tiros y balazos hasta la sordera… los hay muy escandalizados, que eso ni es novela, ni es ensayo, ni es guión de cine… será un ¿libro dialogado?… precisamente por eso, porque no se sabe muy bien qué carajo es Campo Francés, es por lo que hay que leerlo… que de certidumbres ya estamos hasta el cargador del fusil…

Eso sí, el cabreo de parte del personal se podría entender. Os comento… resulta que Campo Francés forma parte del faraónico bucle obsesivo de Herr Aub sobre la Guerra Civil y la 2ª World Guerra… o sea, el inmenso El laberinto Mágico. En esta ocasión se centra Aub en los campos de concentración franceses a los que fueron a parar los Republicanos que, ante el avance Nacional, se pasaban a Francia… en concreto la acción transcurre entre 1939 y 1940… entre el final de una y el comienzo de otra.

Sobre lo del cabreo resulta también que lo que se propuso el gachó Max fue una especie de Collage bien vistoso, influido por sus trabajos en cine, en especial por la realización de Sierra de Teruel (L´espoir), en la que trabajó con André Malraux adaptando al cine el libro de éste… de ahí que Campo Francés sea mitad documental visual, mitad narración, organizada esta última tal cual un guión cinematográfico, todo muy lucido… Para la parte visual se eligieron diversas fotografías y portadas de revistas francesas: Match y L´Illustration… el resultado está pero que muy bien… a la vez hay una historia con sus personajes y sus vicisitudes… y hay también todo un especial gráfico sobre los acontecimientos políticos y bélicos del momento…

El problema es que estarían circulando ediciones en las que se suprimen todas las fotos, abundantísimas e impactantes, que acompañaban originalmente al “guión”…  ¿? Con lo cual el artefacto pierde toda su gracia, resultando una broma pesada… Algo así como ir al cine con los ojos cerrados… no fastidies, me quedo en casa… A quien le toque una de estas versiones disminuidas, si es que realmente existen, y desconozca que es un sucedáneo impresentable, pues como que le cogerá ojeriza el libro.

En Castalia tienen una edición, algo en plan facsímil empatenada, con todito el torrente fotográfico, de primera mano, tal cual lo parió Max Aub, y así la cosa te absorbe… un documental espectacular entre granadas, morteros y tanques Panzer…

domingo, 25 de mayo de 2014

Handke de costa a costa... y Bernhard

Peter Handke me tiene pinta de salir en “El amigo americano”… lo cual, os aclaro, es un piropo de lo mejores… también me tiene pinta de querer y no poder, o poder y no querer, que su nivel no se lo pienso discutir… me refiero al suyo que no al de sus libros… parece de estas gentes que o llegan tarde o llegan demasiado temprano… que se quedan cortas o se pasan tres pueblos… a ver, que no acaban de…

Los que son de cuidado son los títulos de algunas de sus novelas. Me topé con Carta breve para un largo adiós… bonito bonito el artilugio de Alianza Tres. Nada más sentarte, el índice te aclara que en la página 13 empieza La carta breve, y en la 81 El largo adiós, que acaba en la 139 con un “escrito en el verano y en el otoño de 1971”. Tras el inaugural índice aparece un mapa de Estados Unidos con el viaje del protagonista de la novela trazado… de Costa Este a Costa Oeste: Boston, Providence, NY, Philadelphia, Phoenixville, Donora, Columbus, Indianapolis, St. Louis, Denver, Tucson, Salt Lake City, Portland, Estacada, Twin Rocks y Bel Air… parte en coche, parte en avión. Los que saben dirán que el viaje es la disculpa para otras cosas de mayor calado artístico… además del voyage, en el libro nos topamos con cuestiones diversas, tendentes todas ellas en su conjunto al ombligo o la introspección o como os dé la gana, pero dentro de sí…

Herr Handke da palos y rociones por todos lados de uno mismo, no hay quien se lo discuta… algunos atrevidos y sorprendentes, pero… es como si el gachó austriaco tuviera un gafe, que por mucho que parece que sí, en realidad, el tipo no acaba de cuajar en un libro… De esto que si fuera fruta pasaría de estar verde a estar podrida… Ojo! que Carta breve para un largo adiós no está mal, nada mal, pero… encima, teniendo ambos libros cosas en común, a mí se me vino a la cabeza, en plenos miolos, el Montauk de Max Frisch, que aún me tiene temblando de lo que me gustó, tremendo platillo volante… comparado con el cual la Carta breve… sale perdiendo y parece algo menos de lo que podría ser… y cuidado, porque también tiene un aire con ciertas cosas de Botho Strauss, con el que también creo que Handke sale perdiendo… ahora que, si quisiéramos sangre a borbotones, gore literario, sacaríamos de la lonchera al monstruo Bernhard... y repasaríamos los improperios que le dedica Handke… cosa que no se entiende…

Volviendo a lo de antes. Entre lo de llegar temprano y llegar tarde también está la posibilidad de no llegar… Handke a veces es que no llega, se pega la trompada antes, o se pierde por el camino…

La verdad es que el cotilleo me puede… y es inevitable repasarle a Handke las lindezas que soltó sobre el verdadero austriaco atroz, Bernhard, lindezas mayormente proferidas cuando éste ya no podía contestarle… El tema da para mucho, y queda para otra entrada. Sólo como aperitivo o introducción nos llega con la andanada que aparece en la recientemente publicada Correspondencia entre Thomas Bernhard y Siegfried Unseld, este último editor tanto de Handke como de Bernhard. Hace unos meses me agencié y leí el tochazo… en una de las notas del libro (editorial Cómplices) se menciona una de las razzias que le dedicó Peter a Thomas… “Lo que hace Thomas Bernhard lo respeto pero para mí no es literaturadice Herr Handke con un par de bemoles que no hay quien le niegue… el caso es que esto es nada si lo comparamos con otros increíbles lóstregos poco adoraticios que le dedica a Thomas… durante años y años… será inquina, de esto que si Handke se muerde la lengua muere envenenado… Por cierto, siendo tantos de sus libros impresionantes, acojonantes y demás superlativos, que lo de Bernhard sea o no literatura es cuestión poco importante… aunque yo creo que lo es, y de la mejor… Qué pensará Handke de Céline… o de FranzK…

martes, 20 de mayo de 2014

Mamotretos S.XXI/ Sloterdijk en el mundo interior

El espacio interior de mundo, chispazo poético, se lo pide prestado Peter Sloterdijk a Rainer Maria Rilke

Luego se lo aplica a sus esferas… y a la globalización, ya finiquitada, y a la globalidad, en riguroso directo. El conjunto resulta indescifrable, como de costumbre. Cada determinado número de páginas te encuentras con alguna de esas cosas que se le escapan a Herr Sloterdijk, y que valen su peso en oro… Inauditas y seductoras. De esto que cruzas los dedos para que anfetamínicos como éste gobiernen el discurrir…

Cuando el gachó Sloterdijk se pone a destripar al sujeto de turno en sus cursos rápidos de anatomía cósmica, bien sea la “Globalidad”, la “Americanología” o el “terrorismo como romanticismo del ataque puro” no suelen aparecer tripas, entiéndase vísceras, sino absolutas marcianadas… luego tenemos a quien no lo tolera y a quien sí. En cualquier caso, el resultado es de aúpa.

Hay gente que se toma en serio el periódico o el telediario, digamos que necesita su dosis diaria de sermón monoteísta y sandeces tutiplén… los hay que, a mayores, se tragan enteritas diversas tertulias y debates ad infinitum… unos mártires bien tarados, vamos. Según el monoteísmo de izquierda o derecha que procesen estos tipos, interpretan la andanada lisérgica de Herr Peter sobre la Globalidad como si fuera un manual de crítica o una exaltación de la misma… sin ser ninguna de las dos, carajo. Pero de lo obsesionados que están con sus misales les parece que sí. Y están convencidos. Me he topado con algunos ejemplos insuperables… Como si se leen El Quijote y, vista la presencia de los molinos de viento, nos dicen que el libro de Cervantes va sobre las energías renovables… Algo parecido, estamos hablando de estar desorientado a más no poder, me pasa a mí con el teléfono móvil. Desde hace años, cuando oigo un pajarito cantar pienso que es un mensaje en el teléfono… tengo un compinche que cuando le dio una angina de pecho pensó que era el puñetero móvil en modo vibrador que suele llevar en el bolsillo de la camisa. Al darse cuenta de que estaba en bañador en la playa la cosa cambió...

En el mundo interior del Capital hasta podría parecer una continuación de la ida de olla por antonomasia que viene siendo la trilogía Esferas… Como de costumbre el librajo se te sale por la tangente nada más cogerlo… moita índole. De Cristóbal Colón al Gran Interior, pasando por el Abandono del Este, Magallanes y Elcano, el Horror Blanco, Julio Verne, la Sociedad de Paredes Finas o las nuevas Mutaciones en el Espacio de Confort… puro Sloterdijk, heterodoxia delirante y exceso. Cuando lo lees no sabes si tienes delante una gran parida o la verdad desde dentro… cuando lo escuchas confundes a Bach con el Punk.

martes, 6 de mayo de 2014

Sin destino/ Kertész

Al comienzo, no… pero al final del libro de Kertész se encuentra uno la rareza, la nota estresante, el elemento que hace que el librajo insignia de Herr Imre no sea uno más…

Uno menos es lo que parece cuando empiezas a pasar las páginas… la supuesta visión inocente de un adolescente paseándose por el Lager no cuela. Nadie con más de dos dedos es que resulta un chiste, no pega ni con cola, el libro se te cae de la estantería. A lo mejor era una ínfula literaria del gachó, no sé… el caso es que no le sale, me parece… y hay que agradecerle que dure poco. Otros lo bordan, una maravilla, eso de ponerles voz a los rapaces… y te lo crees de cabo a rabo, aunque sea broma.

Si el fallido intento naif no hace que se deje para otro día, al rato, Sin destino va tomando fuerza… mucha… y acaba en redoble de tambor y petición de bises. Si lo he entendido bien, claro está… que nunca se sabe, que, a lo mejor, era todo una gran ironía… luego empiezo a leerlo de nuevo, por si acaso.

Imre Kertész estuvo, Hanna Arendt, no… Améry, Levi o Semprún también estuvieron… Paul Celan, no. A lo largo del libro, Imre va como cocinándose su visión, su verdad... Y acercándose al final se prepara para soltar el berrido, el aullido, que le sale bastante artístico, y chapó… se debió oír lejos, también del otro lado me atrevo a decir que, a muchos, no debió gustar del todo… Recuerda a alguna de las andanadas irreproducibles de Arendt de esto que se le da al asunto una vuelta de tuerca más… Con cosas como las disputas o controversias entre Levi y Améry, que, sobre todo, tienen ese efecto inevitable de que entristecen, no pasa nada, que no se mancilla ni la tranquilidad común ni el orden establecido… distinto es lo de otros. Algunas opiniones de Hanna Arendt resultaron ser rosas llenas de espinas que aguijonearon a varios... creo que Imre Kertész también va por ahí con sus flores y sus espinas… pupa de la buena. La cubierta con un cuadro metafísico de Giorgio está mucho mejor que las dichosas vías del tren, pienso...

Dicen que Sin destino tiene sus secuelas en otros libros que habrá que buscar…
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