domingo, 24 de abril de 2016

Baltrusaitis/El espejo

Con Jurgis Baltrusaitis, nombre y grafías inasumibles para un ser normal, ya me quedé a velas vir tras agenciarme el impresionante En busca de Isis, repaso memorable de su búsqueda egipcia por oriente y occidente, de sus pesquisas siguiendo el rastro y el reguero de Isis, Osiris… a ver, que el tipo Jurgis iba a la caza de los dioses del Nilo a lo largo de los siglos, los libros, los caminos y los frontispicios de medio mundo… y los encontró, no dudéis, qué bonitas imágenes… no sigo, que esto ya lo he contado en otra entrada y de otra manera.

Lo nuevo, la siguiente ida de olla, o desparrame, o cacería… tiene que ver con los espejos… miña nai, lo que llega a pergeñar Herr Baltrusaitis. Vivan él y sus obsesiones… y sigue buscando, Jurgis.

De todas las cosas para las que ha servido el espejo en los últimos tres mil años, la de menos, y con mucha diferencia, es para mirarse en él… de verdad, estamos atontados en lo nuestro, asfixiados en las profundidades de nuestro ombligo, eso sí, todo muy científicamente hablando…


El otro día le dije Espejo a un CompincheM… luego le resumí el librajo con tres palabros, en plan justiciero dogmático: espejismo, especulación y… no me acuerdo de la tercera palabra, qué pena. Acto seguido me acordé de Narciso mirándose en un estanque, era inevitable…

Herr Jurgis, intuyo que de tantas lecciones que le dieron cuando era estudiante, tiene métodos de académico, orden y rigor… pero miras, intenciones, intereses y obsesiones de renglón torcido, de cadena áurea, de metáfora más que de sumas o restas en el bloc de notas. Trompos y derrapadas… El resultado es para no dejarlo pasar, sistema y estructura aplicados a lo huidizo…

El repaso por los inventos, aberraciones y depravaciones que tienen al espejo como protagonista me llevó a romper todos los que había en casa, también los que me fui encontrando por la calle mientras deambulaba... muerto de miedo. Como actuación o performance es una porquería, lo sé; pero como desahogo me funcionó.

domingo, 17 de abril de 2016

Mishima en El Ojo sin Párpado...

Hay una cuestión de tantas que, según con quién hables… da para romperse la cara a garrotazos torpeza propia de gente participativa.

Por otro lado, a qué se debe que Yukio Mishima aparezca en la colección El Ojo sin Párpado… ¿al Trust o a qué?

No me quiero dar por engañado, pero… dicen que si tenemos un poco de algo y luego juntamos mucho del mismo algo… ese algo acaba convirtiéndose en otra cosa. Se dice que si concentras mucha energía en una piedra, pero mucha mucha, puede surgir la… en su día concentré toda la energía que pude en una habitación; fue algo increíble, ya lo conté, a medio camino de Corcubión.

No sé si lo de los cambios de cantidad/calidad es un truco, una regla o su excepción, una mentira o qué… el individuo es uno, la masa también es una, creo… pero la multitud son... dicen que varios.

Cuando leí el primer libro de la colección El Ojo sin Párpado no pude intuir que algo se escondía en ella… Cuando me puse con el segundo, sin seguir orden alguno, tampoco… ahora no tengo duda, y no llevo ni la mitad. Cuidado… llega con repasar las cubiertas para saber dónde, cuándo y cómo acontece el cambio de algo a otra cosa.

Para mí que lo que sucede con este artilugio en forma de Colección de librajos la mar de bonitos es una Espiral de esas que te llevan de lo patente a lo latente… o, si queréis, de lo literal a lo… no sé cómo explicarlo; quien tenía que entender supongo que ya entendió.

La perla y otros cuentos es una gozada… la edición original de El Ojo sin Párpado del trallazo de Herr Mishima llega con verla para quererla… Luego está el porqué que justifica ver juntos a Mishima y a Nodier, Machen, Barón Corvo, Crowley, Le Fanu, lo gótico, lo germánico, lo anglosajón, el terror, lo fantástico y turbulento en plan XIX y alrededores… qué mejunje. Todos con unas cubiertas, o portadas, o envoltorios, que nunca me aclaro, que para qué resistirse al hachazo del impulso de posesión.

Un día de suerte máxima me topé con la colección casi entera… me pellizqué, me rasqué la cabeza, las meninges y el bolsillo por si era una visión o una pesadilla consumista. Ahora, con cierto miedo, voy leyéndolos, por parroquias, en pequeñas dosis, no más de dos seguidos… no me vaya a colar por el caño de la espiral y me quede medio tarumba. Lo de la pesadilla consumista es terrible… estos libros son muy bonitos, pero… Cualquier día los cuelgo todos, hoy no.



domingo, 10 de abril de 2016

Nante/El Libro Rojo de Jung

Quede claro que entré en el Rojo suponiendo que podría salir… De Carl Gustav no sabía nada salvo resúmenes, citas y cierto runrún que a nadie escapa… de esto que uno cree que sabe pero no sabe nada, salvo el estereotipo, a ver, que tocas de oídas y mal… en conjunto: desafinado.

El Libro Rojo es tan sumamente extraño, bonito y todo lo que queráis que no me apetecía mancharlo con mis ortopedias mentales, mi mal gusto y chabacanería… me enteré, después, de la existencia de una explicación, estoy hablando del Libro Rojo, y me decidí… que manchar la explicación me preocupaba menos

Para empezar por el principio… habría que dejar claro que si el Libro Rojo es una obra hermética y/o inexplicable, y esto es lo que plantea desde el primer momento Bernardo Nante en su amplio manual sobre el Libro Rojo de Jung, el intento de Herr Nante de mostrarnos “las claves para comprender una obra inexplicable”, en referencia al monumental Libro de Carl G. Jung, podría parecer un ejercicio abocado al fracaso… luego vienen las distinciones entre explicar, entender y comprender. Fruto de ellas, seguiría sin tener sentido explicar aquello que se comprende sin más… no sé, estoy verde…

Un resumen en rojo: según Nante, el Libro Rojo de Carl G. Jung es inexplicable… pero Bernardo Nante nos lo va a explicar… Y no es que nos vaya a explicar por qué es inexplicable, propósito asequible… sino que, ojo, nos va a explicar lo inexplicable, choque frontal, cosa bien distinta y, tal vez, ¿imposible?... Me cae bien.

Un resumen en azul: os adelanto que, tras leer el interesante y extenso libro de Bernardo Nante sobre el Libro Rojo de Jung, las supuestas claves para comprenderlo me parecieron incomprensibles… Por otro lado, intuyo que es más fácil comprender el Libro Rojo de Jung que el libro sobre el Libro Rojo de Jung...

Lo mismo que es más fácil comprender, de hecho está tirado, un buen solo de John Coltrane, que comprender las explicaciones, teorías y argumentaciones sobre la música de Coltrane, asunto abstruso hasta el esguince, pasto de gente, no todos, cuidado, incapaz de disfrutar de su música y que se tiene que conformar con estudiarla…

Un rato a solas con John Coltrane puede llevar al Libro Rojo… Lo mismo que hay gente a la que el azul lleva a entrar en el negro y luego aparecen escalando montañas.

Vuelo a Nante y a su Libro sobre de Jung… y a las diferencias que le plantea eso de entender, comprender y explicar...

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