miércoles, 30 de abril de 2014

Hiro/Mishima

No tengo nada claro si prefiero un libro de Mishima o un libro sobre Mishima…

El tipo empezó escribiendo lo que hacía y acabó haciendo lo que escribía, dicen… encaramado a la azotea del cuartel y contrariado porque ni kiski le prestaba atención. Después de su incidente final como que se hizo celebridad donde ni se sabía de su existencia, que la cuchillada es el mejor bestseller que hay, que tiene clientela por todos lados y venga editoriales y vengan estudios y biografías, que para eso estamos los snobs que queremos saber qué pasaba por la cabeza de la celebridad genial para representar semejante desbarajuste intestinal.

Os supongo conocedores de la performance terrible del 25 de Noviembre de 1970… Cuando  tres de los miembros de la escolta de Mishima sacan de su despacho al jefazo militar que tuvieron retenido, y que tuvo que presenciar los suicidios ceremoniales de Herr Yukio y Morita, al jefazo lo llevan medio en volandas y con las manos atadas Se podría pensar que para que no les dé de bofetadas a estos alienados… pero, nada de eso, que lo iban tranquilizando y lo llevaban bien atado para que no intentase él, a su vez, abrirse las tripas de pura vergüenza tras la humillación de tener que contemplar cómo se las abría su moralizante secuestrador Mishima ¿?… esta gente…

Resulta, también, que los tres colaboradores que sacan al jefazo militar están hechos polvo del disgusto. Pero el disgusto no es haber presenciado la carnicería de su líder, Mihisma, y de uno de sus amigos, Morita, que yacen eviscerados en el suelo… nada de eso, que el disgusto de estos tres iluminados es no haber sido alguno de ellos el elegido que debía morir con Mishima

De esto que algunos de los libros de Herr Yukio están muy bien… Lo mismo que están quetecagas algunos de los libros que se ponen a escarbar en la vida, obras y andanzas del gachó Mishima. Que no todos, que “Mishima o la visión del vacío” de Frau Yourcenar es muy flojo. La biografía que escribió John Nathan está muy bien… y “Mishima o el placer de morir”, el libro de Vallejo-Nágera, merece mucho la pena. Eso sí, los titulitos de éste o del de Yourcenar son un poco kitsch de más… 

En la Universidade Cromática das Virtudes pusieron “Mishima”, la peli de Paul Schrader, hace poco…

viernes, 25 de abril de 2014

Hiroshima mon Oé

Después de El grito silencioso y Una cuestión personal me acabo de dar la trompada con los Cuadernos de Hiroshima… no sé quién me había hablado de estos cuadernos. Me metió las ganas y las curiosidades. A lo mejor me estaban vacilando…  En su momento, como no encontré el librajo apocalíptico, así por las buenas me agencié El grito silencioso, que es un libro tremendo de verdad… luego Una cuestión personal, peor que el anterior, pero de cuidado…

El caso es que menos mal que al comienzo no localicé Cuadernos de Hiroshima, porque se me habrían quitado las ganas niponas… Vienen siendo unos artículos que entre 1963 y 1965 escribió el tipo Kenzaburo tras sus visitas al lugar del achicharramiento en masa. No sé, me esperaba algo… Mejor que leer el libro es echarle un vistazo, ya os hablé del asunto, a White light, black rain… mimá… quedó traspuesto con sus viajes a Hiroshima, no es para menos… asunto distinto son sus cuadernos. En aquel momento debieron romper tabúes, barreras y varias cosas más, eso dicen, pero ahora parecen agua chirla… de todas maneras, hay cosas que hacen trastabillarse al más pintado. Nos cuenta lo del “Pika Don”… nos habla de ciertos personajes de mucha índole, de las cicatrices queloides, del número de glóbulos en sangre… no se suele parar en datos el amigo Oé, pero algunos que se le escapan, arrepían…

Hace nada le volvieron a preguntar por el asunto nuclear a Herr Kenzaburo, justo tras el tsunami, y a poco más se hace el seppuku en plan metafórico, no como otros que se lo hicieron de veras…

Me voy a olvidar de sus Cuadernos, y me pondré con alguna otra de sus novelas… por alguno de sus títulos, conociendo las dos que le conozco, ya se intuye otra buena barruntada del tipo Oé, al estilo del grito silencioso, bruuutaaal, meeetaaal… Como no sé cuál pillar me fijaré en las portadas. Si en alguna sale un círculo rojo, me cojo ésa. Si sale en más de una, el círculo rojo digo, ya veré lo que hago después de coger las dos o las tres o las que sean. No sé si es por el sol naciente o por cuestiones menos obvias pero hay que ver cuánto círculo rojo le ponen en Anagrama a los libros de Kenzaburo...

miércoles, 23 de abril de 2014

Más geometrías de amor/ Murdoch/ El mar, el mar

Escrito en plan tablatura, como hace Xosé Cid, El mar, el mar es “De si, de si” para que pronunciéis bien y como es debido… habrá quien diga que no es de si, que es otra cosa distinta, pero da igual. Lo mismo os aclaro que en vez de Iris debemos poner Airis, como los pubs…

De la tipa Murdoch no había leído nadita. Ch se pronuncia K… Hasta ayer mismo pensaba que era un tipo, menuda sorpresa cuando le vi el corte de pelo y demás orografías… el libro es enorme y largo y duradero… hay quien se lo lee durante las cuatro estaciones. Es de esos librajos que parecen que no pero que, cuando te quieres enterar, estás enganchado hasta el SI mayúsculo… a pesar de que te estés hasta preguntando cómo me puede estar gustando esta cosa tan rosácea… no teniendo nada que ver, se me vino a la cabeza Contrapunto así, en plan optimista albión…

Lo incluyo ya mismo en la lista de las Geometrías del amor… para gente que no aprende, entre la que me incluyo, que necesita que las cosas amorosas le sean explicadas una y mil veces y aún así no hay manera de entenderlas, no digamos dominarlas… En El mar, el mar, lo de menos es The sea, y eso que sale como paisaje continuo, que lo que manda realmente son los intríngulis sentimentales y los celos… pero qué celos y qué angustias y ombliguismos… yo tomé apuntes. Sé de más de uno que se memorizó situaciones. Hay quien dejó de flirtear con rapazas porque se acordaba de pasajes del novelón y se daba vergüenza a sí mismo… no sé de nadie que lo dejara a la mitad. Tampoco conozco a nadie que lo acabara.

A quien le haya pasado eso de que un enamoramiento juvenil se le quedase atrancado en la mollera para el resto de su vida es casi recomendable que se coja el libro y se ponga a leerlo no como un novelón sino como una advertencia… hay una parte al comienzo que chirría un poco, que está Iris como que indecisa, auto justificándose… pero luego se suelta y empieza con “La historia” y entonces caray con la tipa…

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