sábado, 19 de noviembre de 2016

Otra vez: Castro/Roxe de Sebes… 2016.

El rastro de lo que existe pero no ocurre, que muchos niegan sin saber de qué se trata, por estricto miedo, lleva, entre otros espacios, desde el Grande Sertao: Veredas hasta Courel de por medio se cuela en tu casa o en en la mía, a saber.
 
El recorrido completo me lo tengo que callar porque me vuelvo tarumba escribiéndolo y porque no me lo sé entero y porque poco o nada os interesan los mapas. Qué pena… Visuña, Ferramulín, Vieiros, Seara… por ese orden. Venía del Cebreiro y andaba cerca de: Soldón.

En Soldón pregunté hace cuatro días, en medio del impresionante soto que hay al pie del lugar, por Roxe de Sebes… Al preguntarle, a quien me topé, por ese paraje, me habló de Ignacio Castro y de su aventura ochentera. Se acordaba de todo, como si fuera ayer mismo… de la cabaña, de los cavorcos, los lobos, el frío, de él y de lo alejada que estaba la choza ya en 1983, cuando los caminos aún se transitaban… ahora no es que sea un lugar remoto y abandonado, es que no es.

De la hora y media que, según me contaron, llevaba alcanzar Roxe de Sebes siguiendo la corredoira tras cruzar el regato debajo de Soldón, a día de hoy se transitan los diez primeros minutos… lo demás: una tapia verde de resbalones, arañazos y media vuelta.

Seguí el imaginario camino monte arriba, ayer mismo, sentado ya en casa, releyendo las partes del libro de Ignacio Castro que me habían gustado… Un respeto por la fuga montañera de Herr Castro. Estoy mirando precios de una Stihl o Husqvarna… para despejar el trombo de naturaleza… y seguir con el rastro que se interrumpe al cruzar el rio, bajo Soldón de Seara.

A lo mejor, de tanto empeño en el desbroce, vas y apareces en Piornedo, a la sombra del Mustallar. Nunca se sabe a quién se lee.

La cosa podría ser como sigue: En vez de quedarse uno en Parada de Moreda pensando en Novoneyra, en vez de buscar Roxe de Sebes pensando en el diario montañero de Ignacio Castro, en vez de… etcétera, etcétera… pues, en vez de etcétera, subid al Pico Formigueiros desde Moreda todo de una atacada y ya me diréis lo que desde allí se ve… y en lo que desde allí se piensa.
 
Lo que se ve os lo adelanto ya: todo. Manzaneda, Trevinca, las Médulas, Ponferrada, Ancares en pleno, Mustallar, Cuiña… y así, sucesivamente. En lo que se piensa, cada cual. 

 

domingo, 6 de noviembre de 2016

Heinrich Seuse/Vida... Hermann Hesse


Al Lago Constanza hay quien se ha escapado por patas… el más famoso de estos fugitivos es Hermann Hesse, que apareció en sus orillas recién cuando empezaba con las primeras cuentas de su progresión hacia el espacio exterior… que, al final, suma que te suma, encontró en su interior…

La que fue su casa, en Gaienhofen, sigue tal cual, para quien quiera ir hasta allí a… poca de distancia está la casa de Otto Dix y así, nosécuántos más momentos estelares del meollo tedesco… esto es como un ombligo... una centrifugadora. Yo ya probé a elegir un radio tomando como centro el lago; un radio al azar, cualquiera: lo mismo cincuenta kilómetros, que tres versos, siete notas o un verde intenso… y a ver qué o a quién pillaba por banda… Mejor hacerlo a pie, el posterior recorrido, porque el lago es bonito y merece la pena patearlo mientras tomamos nuestras mediciones…

De Calw, lugar de nacimiento de Herr Hesse, a Gaienhofen, donde intentaba alejarse de la cercanía, el radio es de…

Abandono… ¿y si eliges abandono?... pues te topas con Heinrich Seuse, también conocido como Susón o Suso, y con su Alta Escuela del Abandono... fiiirmes!… pido tiempo muerto… y, a lo mejor, ni vuelvo, porque esto es mucho para mí.

Herr Seuse empezó su vía, la de la imitación y la conformación, por el interior, el suyo mismo, padeciendo y sometiendo a suplicio hasta el último centímetro de su cuerpo… luego vendrían, disque, el exterior, la luz y la verdad. Acongojante… Siglo XIV y Seuse un místico. Seguidor de Eckhart… Al final de sus días recogió por escrito en El Ejemplar, del que forma parte Vida, su experiencia, andanzas y enseñanzas.

Antes de leerlo, miré si había alguien debajo de la cama y atranqué mil veces la única puerta de la habitación, una tras otra… el libro quedó dentro, yo fuera, pero dio lo mismo, oía ruidos igual.

En Vida, Seuse dedica parte del libro a la descripción, con flagelos, disciplinas y demás tundas, del camino por él elegido: el alto abandono y la imitación de los padecimientos y sufrimientos de Jesús… glub… librajo espinoso y urticante, que parece broma... No sé… el manuscrito original está iluminado, entre otras, con imágenes en las que se representa alguno de los padecimientos físicos auto infligidos por Suso

Cuando acaba con los físicos, Seuse nos describe, también, los tormentos emocionales, afectivos, psicológicos o cómo carajo queráis llamar a eso de convertirse en la nada, fuera cualquier aspiración o consciencia del yo, y venga a recrearse en la humillación y la reducción al cero de su persona… lo dicho, no sé si volveré al lago... por mucho ombligo que sea.

Quede claro que cuando hablo de ombligo me refiero a ese punto de densidad límite que se aparece en el Sótano de la Calle Garay... cuando lo ves desde fuera, es un simple lugar o localización; si lo haces desde dentro, mejor, desde el lado opuesto, ves las raices que todo lo unen. Lo mismo que el dichoso Constanza... coged el mapa: en la superficie es un simple lago; bajo tierra, en su cuenca fluyen las fuentes de Rin y Danubio, cuyas aguas se tocan al nacer... a partir de ahí, tira millas.

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