martes, 27 de noviembre de 2012

Musil... en el tacho

De verdad que el batacazo ha sido fino… a quién se le ocurre ponerse con los ¿diarios? de Musil así, en plan síntesis, casi dos mil puñeteras páginas que se pueden resumir con un gesto que no me estáis viendo, que para eso nos comunicamos mediante la escritura y no en persona, pero que os podéis imaginar…

Se me da por auto convencerme de cosas que no sé si tienen sentido… Yo creo que esto de los diarios de Robert Musil viene siendo un negocio - infame post mortem de sus editores y herederos para destripar a ineptos como yo y otros que han hecho la misma estupidez adquisitiva que es comprarse semejante despropósito pensando no sé qué… volviendo al disgusto, deciros que estos diarios en su mayor parte son notas absolutamente irrelevantes para cualquiera que no sea el interesado: Robertito el Terrible… que las fue tomando aquí y allá cuando era un pimpollo insoportable, también más tarde, cuando se convirtió en un joven hombre igual de insoportable, y luego, cuando pasó a ser un adulto aún más insoportable, acabando la cosa años después en plan la senil insoportabilidad hecha carne el Robertito…

Lo que me resulta imposible creer es que el propio Robertito estuviese dispuesto a que esto de sus notas/diarios viera la luz, porque es que es imposible… imaginaros que os coméis el plato mejor elaborado y más suculento de vuestra vida, exquisito… y que horas después os tiráis un pedo o soltáis un eructo… pues bien, el pedo y el eructo son los diarios… y está claro que ninguno de los dos harán justicia al delicioso plato que habíais saboreado previamente… o al revés, que esto de los ejemplos es esdrújulo, pensad en los ingredientes crudos y condimentos con los que se elabora vuestro plato delicioso… también estos ingredientes serían los diarios… no fastidies…

Cosa distinta es el plato principal, que ahí hay que ponerse serio, que a Musil dan ganas de arriarle la mayor… Como a tantos otros le salió un libro alucinante en sus inicios: Las tribulaciones del estudiante Törless tras lo cual se le llena el pecho porque se cree eso que dicen de él… y se pone a escribir a lo grande, en plan clásico, en plan os vais a enterar, en plan voy a pasar a la historia de la literatura… y entonces nos duerme a todos con su mamotreto de mil y más páginas: Elhombresinatributos libro que está muy bien pensado y hasta muy bien escrito pero que es un plomizo y austrohúngaro y decadente y desechable coñazo… todo ello en plan clásico, encima… para dormirse, vamos…

Eso sí, Elhombresinatributos yo me lo leí enterito, porque será un coñazo, que lo es, pero está bien pensado y bien escrito y entonces se deja leer aunque sea aburridísimo… pero es que a los diarios no hay por dónde hincarle el diente por lo que, una vez que fui consciente del estropicio, ahí por la página cuarenta o cincuenta, me dediqué a hacer experimentos algebraicos y entonces leía una página y saltaba dos, leía media y saltaba cuatro, leía un cuarto y saltaba ocho, leía un octavo y saltaba dieciséis… leía una palabra y saltaba mil… y ni así se soporta el librajo…

Como con el experimento no me tranquilicé acabé yendo a la librería a ponerle el ojo morado al tipo que me lo vendió. El pobre me recibió con una sonrisa, pensaba que venía a agradecerle algo…







lunes, 19 de noviembre de 2012

Tom Wolfe... ignición

Estos últimos días asistí cariacontecido a la ruptura de la barrera del sonido, al desarrollo del proyecto Mercury, a la aparición de Sputniks, Gagarins, John Glenns y demás golpes en el pecho en plan lucha de bloques este-oeste, guerra fría y a ver quién la tiene más cósmica, si Uncle Sam o Tobaris Politburó…

Jopé con el documental que escribió nuestro Hombre en el meollo, Tom Wolfe… absorbente chupinazo con ciertos detalles de lo más técnico: alturas, potencias, órbitas, velocidades; y ciertos otros de lo más populoso: jolgorio de masas, rollo testosterónico, cazadoras de cuero, confeti en las calles de las ciudades, chicas descocadas y países enfrentados. El asunto gloriosamente documentado por escrito por TWolfe acaba con el propio final del proyecto Mercury… que, a partir de ahí, el Hombre en el meollo no nos cuenta más y hay que recurrir a la tele para ver lo de la llegada a la luna, la definitiva bajada de pantalones yanqui ante el indispensable Von Braun y sus acólitos de Peenemunde y demás sucesos escabrosos en pos del progreso y del interés general…

Al final, además de encantado con el libro, me quedé con una duda… Hay un leve tono patriotero tan como poco serio o hasta kitsch que no sé de qué va la cosa… teniendo buen concepto del Hombre en el meollo a la hora de que se ponga a escribir y le salgan sus libros cojonudos y bien hechos, no sé si estamos delante de un asunto de esos que hay que leer con segundas o no… no porque el tono ese sea bueno o malo, que me trae sin cuidado siempre que el librajo resulte decente, sino porque no pegaba, o no le salía bien, o chirriaba… y entonces sí que me descolocaba… un lío, vamos, por no decir que siempre que aparece de por medio la posibilidad de la ironía, las segundas intenciones y demás diluyentes de la intención, yo no me entero, como ya he reconocido en numerosas ocasiones…

Aunque lo anterior es por criticar algo, porque las cuatrocientas páginas del documental te succionan tan rápidamente que el libro te encanta, y esto de buscarle las cosquillas kitsch al autor y a su tono lo hago por revolverme un poco en plan finolis y enteradillo… y vuelvo sobre el rollo patriotero camp, que estoy pensando que en todo caso habría que reconocerle al Hombre en el meollo el hecho innovador, incuestionable y distante de utilizar el tono kitsch patriotero con ambos bloques este-oeste enfrentados en la carrera cósmica, porque así lo hace el gachó, cogeros el libro y veréis… y esto sí que es vanguard puro y duro… con lo que tenemos a un visionario, a un masoquista o a un topoporque la parte de la historia que Wolfe cuenta, básicamente hasta 1962, acaba siempre con la consabida victoria de Tobaris CCCP en la carrera espacial… o también esto debería leerse con segundas?... no sé... A ver, dónde carajo nació Tom?... entonces, a qué viene el tono del libro?... qué coño es un agente doble?... Houston?

viernes, 16 de noviembre de 2012

Quién aguanta esto... I

…y que precisamente por eso se acordaba de aquel día como también se acordaba de todos y cada uno de los otros días en que había sido tratado con desprecio por los que él consideraba sus amigos y que veníamos siendo nosotros, los mismos que escapábamos de él siempre que podíamos y podíamos casi siempre y aún así él nos consideraba sus amigos, sus mejores amigos de toda la vida, porque no sólo nos consideraba sus mejores amigos en aquella época de estudiantes hace ya más de veinte años sino que nos seguía considerando sus mejores amigos aún ahora porque según decía jamás los había tenido mejores que nosotros ni antes ni después y mira que eso es mucho decir por lo que me puse a pensar que su caso debía ser el de una persona que sufrió y sufre lo indecible porque si aunque sea equivocadamente pero para él todos nosotros éramos sus amigos, en concreto sus mejores amigos de toda la vida, sus íntimos amigos, y lo único que hacíamos era en resumidas cuentas escaquearnos tan pronto aparecía, y si semejantes desplantes no lo llevaron a olvidarse de nosotros como sería lo normal sino que aún así y con independencia de lo que le hiciéramos de impresentable nos consideraba y considera sus mejores amigos de siempre es por eso que me puse a pensar que su caso debía ser el de una persona que sufre mucho

porque no se puede soportar que los amigos se dediquen por norma y como comportamiento básico constante e invariable a joderlo a uno que eso no es lo que hacen los amigos que los amigos no lo joden a uno, carajo, y si lo joden a uno, que podría ser, no lo joden a uno por norma sino que lo hacen de manera aislada y ocasional y entonces tendríamos que dependiendo de ciertos factores que se basan en lazos de intimidad y afectivos sumamente consistentes pues se le perdonaría una o las veces que haga falta al amigo que nos ha jodido el que lo haya hecho, porque para eso es nuestro amigo el que nos acaba de joder de manera aislada que siendo nuestro amigo le damos el beneficio de la duda que en eso consiste que lo sea que seguro que no quiso hacernos daño

esto siempre y cuando la cuestión de que nos ha jodido se plantee de manera aislada pero nunca como norma pues si como norma nuestro amigo se dedica a jodernos y a hacernos daño no puede ser ya más nuestro amigo aunque lo fuera antes, inclusive de toda la vida e íntimo fijaros lo que os digo, que aún así dejaría de ser nuestro amigo porque las cosas son como tienen que ser… pero en el caso de él hemos de partir de un hecho incuestionable y es que ninguno de nosotros fue nunca su amigo por lo que las putadas que le hacíamos era como si se las hiciera un desconocido cualquiera por lo que es aún más incomprensible que nos considerase sus amigos en concreto los mejores de su vida pues nunca lo fuimos, por lo que al final en el caso de este tipo resulta que no es que nosotros hubiéramos sido sus amigos en un principio y que, a pesar de las posteriores putadas que le hicimos, su capacidad de perdonarnos fuera ilimitada y siguiéramos siendo para él sus mejores amigos y ello a pesar de todos nuestros desprecios y humillaciones, sino que os vuelvo a repetir que nunca fuimos sus amigos, siendo así que la única relación que nos unía a él era la de escaparle no de manera aislada sino por norma, siempre.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Sloterdijk/Esferas III (espumas)

Vengo de rematar la faena esferológica del loco-de-atar Peter Sloterdijk… que es un librajo, el tal Esferas III (espumas), que a numerosos estudiosos del saber mundial toca las narices hasta decir basta… narices que también toca a muchos de sus lectores, entre los que no me encuentro porque a Sloterdijk yo no lo leo que lo escucho y entonces lo incomprensible y lo impensable se convierten en armonía y música para mis ojos y aunque no entiendo ni pío me suena bien…

Pero es que estoy exagerando porque parte del libro que la ¿entiendo?… entiendo qué es el atmoterrorismo, espectacular asunto que desmenuza el loco-de-atar teutón, por no hablar de la escalofriante disección de la guerra de gas, por no hablar de los atentados con gas sarín… también entiendo los aerimotos… y eso del estar retenido en la máquina de habitar, y las incubadoras de mundo, y el aire en lugar inesperado, y el quirotopo o el nomotopo… y el invernadero de confort y la escala de mimo abierta hacia arriba y las islas atmosféricas y las islas antropógenas y las arquitecturas de la espuma y los colectores para humanos y los sínodos discretos… también os puedo espetar que “la modernidad aparece como un experimento de levitación expansivo y transcultural: con el acento puesto en la espumización de lo real gracias a la introducción de momentos de impulso hacía arriba en el complejo de gravedad… con lo que supongo que no os creéis que haya ¿entendido? apenas una o dos de las miles de cosas impensables e incomprensibles o totales absourdites que suelta el loco-de-atar a lo largo de las casi 700 paginazas del tercer tomo de la novela brutal de las Esferas, y acertáis, que os repito que a este tipo no lo entiendo, pero cómo-hipnotiza…

Sabiendo que los tres tomazos de sus Esferas se pueden leer independientemente y por separado, también del derecho o del revés, lo más aconsejable es no leerlos, sin más, mejor aún, ninguno de sus libros, añado… después, lo siguiente más aconsejable, pero nada recomendable, sería leer sólo uno de los libros de la trilogía… en ese caso el primero y el tercero son más cortos que el segundo, que es demasiada golfería junta… por último, el pauperizado lector que tenga los tres tomazos en casa porque un día aún no se explica cómo-por qué-quién se los compró, regaló o endilgó, es mejor que se tome la cosa con calma y anfetaminas… porque merece mucho la pena y es mejor no desfallecer o gripar…

Y vuelvo sobre algunos de los expansivos y especulativos temas que trata el loco-de-atar, que resulta que el atmoterrorismo, os repito que tremendo asunto, se inaugura con ciertos acontecimientos bélicos acaecidos en Ieper (Ypres) el 22 de abril de 1915, pero a ras de tierra. Más tarde, este atmoterrorismo a ras de suelo se convierte por primera vez en guerra aeroquímica en la confrontación bélica del Rif, en el Marruecos español, entre los años 1922 a 1927… y hay que ver que nos cuenten estas historias el loco-de-atar y Rolf Dieter Müller, autor al que nos remite Sloterdijk y del que hace tiempo nos leímos su entristecedora La muerte caía del cielo

Resulta que Rolf Dieter debe ser un claro ejemplar de teutón-encerrado-en-su-habitación que se dedica a diseccionar todo lo que se le pasa por la cabeza… y a Rolf se le pasó por la cabeza la guerra de gas aérea, y entonces sucede que nos dice que la primera vez que tal lindeza tuvo lugar fue por estos lares; y este espumoso suceso nos lo cuentan estos tipos del norte que, si no, como que ni nos enteramos de que también aquí se hacen salvajadas técnicamente avanzadas quien quiera embarrarse con los datos que se  busque el librito Gas venenoso contra Abd el Krim. Alemania, España y la guerra de gas en el Marruecos español, 1922-1927 (Friburgo, 1990), librito que no encontrará traducido pero del que sí hay ciertas referencias castellanizadas, algunas serias y otras tramposas e interesadas, como de costumbre, y que cada cual se trague la píldora que le vaya mejor para conciliar su sueño-de-tranquilidad-seborreica…
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