sábado, 6 de abril de 2019

Rei Ballesteros/Dos anxos e dos mortos


Cuando se publicó el libro, aún era Anxel Rey… ahora no… Jean Améry era Hans Mayer hasta que pasó lo que pasó con la muerte de ojos azules en Centroeuropa… luego fue Maier, Amery y no sé si más anagramas. Al final, con grafía definitiva, se suicidó. Varios de sus libros valen su peso en plomo… páginas negras, tremendas.

Dos anxos e dos mortos empieza y acaba con un ejercicio de esos que cuando los escribes te parecen nuevos o distintos o creativos o plagiados de algún escritor francés del momento poco conocido por aquí en aquellos tiempos o mil hipótesis más, no sé, Robbe-Grillet o Serraute… pero ojo! que el caso es que al poco tiempo eso que parece nuevo es tan viejo que no te puedes creer cómo pudiste pensar que colaría como novedad… aunque a lo mejor sabías que no colaría como novedad y era lo que querías, para darle en los fuciños, entre otros, a los blogueros que no nos enteramos…

Digo que Dos anxos e dos mortos empieza y acaba con florituras de esas que son viejas nada más nacer. Diez o quince páginas, de cada lado… el resto del libro es una cosa espectacular.

Geometría del amor de la buena, mucho cuidado con Herr Rei Ballesteros, creo que está bien escrito, el nombre, que el libro no hay duda, vaya nivel… Hay que ver lo que parió con veinticinco tacos… como si lo escribe con cincuenta, una pasada. Hay que leérselo…

Lo de la ruptura me hace dudar muchas veces, que vale para una cosa y la contraria… Digo lo de la ruptura porque el canon y la taxonomía, la Administración y la biblioteca municipal definen con ese palabro el libro de Rei. Y tantos otros… Rompió con lo establecido, deshizo continuidades, seica. Me gustó mucho… pero no me perdí al leerlo, ni me caí por un hueco, ni me di contra el granito.

Se me ocurre que si cuentas un chiste y luego cuentas las nubes pasar, los del canon te pueden calificar de rupturista. Lo mismo que si después del chiste lees la receta de las filloas… O si estás callado y luego gritas. Esta misma ruptura: estar callado y, acto seguido, gritar, para los propios canonistas y clasificadores se convertiría en ¿milagro? si antes de gritar, en vez de callado, estuvieras (o fueras) mudo.

La manida ruptura tiene buena prensa, quiero decir que los de la Administración se la endilgan al libro de Herr Rei como elogio o similar, para que saque pecho… si me hablan de ella, no puedo evitar pensar en algunas de las invenciones de Antonioni, que hay que ver lo que es romper.

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