
“Navío de madera de ébano que zarpaste rumbo al polo Norte,
la muerte se te presenta en forma de bahía circular y glacial, sin pingüinos ni
focas, sin osos. Conozco la agonía de un navío atrapado en la banquisa, conozco
el estertor del frío y la muerte faraónica de los exploradores árticos y
antárticos, con sus ángeles rojos y verdes y el escorbuto y la piel quemada por
el frío.”
Sí, sí, pupa de la
buena. Ojo con el tipo, vaya maneras… rumbo al polo norte.
Lo de insuperable se refiere a en lo
suyo, quiero decir que el libro no vale para todo, no es un paracaídas,
ni una cuchara, ni un transistor, ni una peripecia nocturna, ni un tratado de
álgebra, ni una Fender, que lo que viene siendo es una ida de olla… El
cielo en llamas de Sá Carneiro (pincha aquí, sí) también es insuperable en lo suyo, sin
que sea ni un espejo ni un termómetro.

Periodista, sí, pero la cabra tira al
monte, aunque arda en él, y sus reportajes acaban de la manera que le da la gana
el gachó
Desnos, que hasta se entrevista personalmente, 40 años después de sus
andanzas londinenses, con J… mejor paro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario