lunes, 28 de octubre de 2013

Johnson y Frisch tienen un accidente...

Uwe y Max, para que no haya dudas… Se apreciaban, creo que se admiraban y, posiblemente, discutían hasta que les resultaba inevitable hacer las paces.

El Grupo 47, no sabiendo nada de él, mi caso, parece más bien una cosa así como el mundo rosa de los escritores…

Dicen que la idea del nombre, seguro que se encerraron tres semanas a cal y canto en alguna habitación nórdica sin ventanas ni ventilación ni muebles para valorar y discutir lo del nombre que le pondrían al gruppe… al final lo copiaron de la Generación del 98, pero cambiando generación y 98… no lo entiendo… habría que haber estado en la habitación. Seguro que hay actas y planillas del suceso… Luego vino el apoltronado Mann y los clasificó de “chusma” y “banda de mataos, lo cual tiene su gracia…

Siguiendo con lo rosa, Ingeborg Bachmann, aparte de escribir quetecagas, los debía traer loquitos… Paul Celan la tenía hipnotizada a ella, ojo, pero ella hipnotizaba a varios de los otros. Frisch el primero… nos lo cuenta Max en Montauk, libro mayúsculo, su convivencia y cuitas, qué pupa las tipas…

Y llegamos al accidente… Max Frisch escribe su relato Apuntes de un accidente que está lo que se dice muy bien, a poquitos, viaje de enamorados pero ya menos, algo hastiados quizá… que se ve que este tipo sabe cómo enganchar con un puntito de dolor. De eso que notamos que nos están hurgando, sin llegar al sacrificio… pero sin quedarse en lo banal… el relato lo incluye en su diario, disque…

Enterado del asunto, Uwe, que admiraba a Maxito un quintal y que debía botar arte por los cuatro costados, se pone con sus Apuntes de un accidentado en plan no veas lo que tengo que decirte, carajo… miña nai el Johnson... Ya te lees Dos puntos de vista y la cosa se te viene con toda su claridad, que Herr Johnson es un fuera de serie… Animado te coges su Apuntes de un Accidentado y tras la merienda echas unos cohetes para celebrarlo, siempre apuntando hacia el cielo que, si no, puede haber destrozos… El gachó es cosa seria. Aparte el nombre, que es bien bonito, y el apellido, que es bien común, merece la pena.

Volviendo al rosa... en la foto de arriba del todo sale Uwe Johnson con un desconocido, ambos en el estudio de Günter Grass. Al desconocido lo buscan desde el año 2007 En la foto que tienen juntos Johnson y Frisch  a Max se le ve como con más empaque, ya entrados en edades los dos… De la foto que tienen juntos Kurt Vonnegut y Tom Wolfe, no sabría qué comentar, salvo que me gusta…

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