
Para no perderme con las filias y fobias
que me achicharran a menudo, hoy me voy a quedar con los últimos libros de
cuentos que me he agenciado… no sé, no sé, debo estar mal asesorado, que he
pinchado en hueso más de lo que esperaba y tengo el antebrazo acalambrado…

Bueno, habréis leído por todas partes
que Machado
de Assís es un fenómeno intergaláctico del relato. Bien, leeros Cuentos
de madurez y veréis que es un coñazo montado a lomos del aburrimiento
más decimonónico… también habréis captado en el ambiente que Anton
Chejov es otro autor indispensable en no sé qué tipo de historiografía
literaria del cuento, cosa que soy incapaz de valorar que no tengo
formación para ello, y seguro que lo es, pero cogeros Cuentos imprescindibles y
me diréis si soportáis la prueba… que sólo me gustó uno por puro instinto de
supervivencia: El pabellón número 6… o
cogeros como hice yo, emocionado tras leerme Los detectives salvajes, todos los relatos de RBolaño y veréis que uno,
en este caso yo, no se puede dar este tipo de atracones, que es que no puede
ser, parece mentira que lo haya hecho… y es que varios de estos autores súper
estelares deberían ser, en general y por término medio, mucho más comedidos con
la cantidad
y más exigentes con la calidad… o no, que cada uno hace lo
que quiere, pero vaya coñazo…
…A medio camino está Un
amigo de Kafka, de Isaac Bashevis Singer, que tiene
varios relatos pintoresco sorprendente yiddish encantadores que merecen la
pena… si cruzamos de orilla y nos vamos al otro lado, al bueno, resulta que ahí
me leí hace nada una selección de Cuentos fantásticos del XIX, que
claro, poniendo un único relato de cada autor, entre ellos: Wells, Bierce, Poe,
Kipling, Turgenev, Villiers, etc. es una macedonia que está básicamente de
maravilla… y ya puestos, para remontar el vuelo definitivamente, agenciaros una
recopilación de Rudyard Kipling publicada por Siruela en dos formatos, el
primero en la Biblioteca de Babel como La casa de los deseos y luego como 10
narraciones maestras que es un escándalo absoluto y veréis lo que son tres
relatos buenos y siete inmensos que, si me dan las cuentas, son diez en total…
Pero volvamos a los regalos que os hace ella
sin venir a cuento… pensad sólo un poquito…