martes, 11 de diciembre de 2018

Xurxo Borrazás/Criminal… ¿Rosenzweig?


Aún me duele la bofetada, la tunda, la malleira… y mi pedantería naive, eso de pensar que podría con Franz Rosenzweig. Miñanai… quien se atreva con él, que se prepare… se lo recomiendo a cualquiera; que está bien experimentar los límites de uno mismo, darse de bruces con la pared. Sin duda. Y sin casco.

Me acordé de lo que cuenta Juan Tallón… que pone en boca de Mike Tyson una de esas frases que es que sí; cuenta Tallón, en Libros peligrosos, que dijo el forzudo algo así como que todo el mundo tiene un plan hasta que le das la primera hostia…

Como tantos otros, George Steiner intentó entender la nebulosa de Heidegger. También hay quien la llama empanada… Yo, el libro de Steiner sobre MartinH, me lo leí sin respirar. No tanto porque me encontrara con la explicación de lo que no la tiene, que no, sino porque Steiner, cuando se pone a largar, apabulla y engancha. Hay que leerse sus Gramáticas de la creación y luego…

Pues bien, en la primera página de la introducción del librajo, Steiner ya suelta los mastines: a morder, a desgarrar… a quien pillen el vaquero o en los zapatos a lo mejor zafa. A mí me mordieron en todo el muslamen y no soltaban… qué jauría. Herr Steiner se remanga y nos habla de la intentona teutona de explicar (con un discurso, según él, metafísico - poético) el Caos con Mayúsculas que supuso la derrota en la 1ªGM. Escribe Steiner que “de este discurso surgió toda una constelación de libros, distintos de todos los demás producidos en la historia del pensamiento y del sentimiento occidentales; entre 1918 y 1927, en un lapso de nueve breves años, apareció en Alemania media docena de obras que son más que simples libros en sus dimensiones y su situación extrema…” Ahí es nada: distintos de todos los demás producidos en la historia… no sé. Enormes en extensión, radicales en su exposición, imposibles.

Steiner continúa con la lista, que es más bien de cinco, pues duda a la hora de incluir el sexto. A cada cual más ciclópeo, en fondo y forma. Entre ellos, La estrella de la redención, 1921, de Franz Rosenzweig.

El tochazo de Rosenzweig lo pillé con ganas… y me paró los pies, al tercer día. Os aseguro que pasé de la mitad. En concreto me desmayé en la página 319 de 508… No pude más, era la primera tentativa. Como si fuera el K2. Amén… Pero volveré, que no estoy bien de la cabeza, campo base 319, tras una cura de desintoxicación y unas buenas vacaciones.

Cuando en la página 300noqué de La estrella de la redención perdí el conocimiento, estaba sentado frente a la chimenea. Calculo que serían las nueve de la noche. Al despertar, la chimenea había desaparecido. Yo no. Seguía en el mismo sitio… Por un momento dudé. Luego bajé medio grogui hasta donde guardo algunos de los libros de la colección Biblioteca Galega que no he leído… buscando escogí Criminal, de Xurxo Borrazás:

Espectacular, Criminal

De Borrazás me avisó un CompincheX y me leí Arte e parte. No está mal… Pero es que Criminal es tremendo libro; otra cosa. Como no sé si lo leí en estado de penuria, exaltación, necesidad, alienación o lo que sea que me produjeron, aparte el desmayo, las 319 páginas del libro de Rosenzweig, dentro de poco voy a volver a leer Criminal. La primera vez me gustó moito, una gozada… A ver qué pasa la segunda. Podría ser que el mismo Herr Borrazás pensara que de su Criminal he probado el sabor, magnífico, pero aún no he hecho la digestión… pues eso.

Mientras, preparando la nueva ascensión al K2, he leído otros de sus libros… un día de estos, de nuevo, Criminal. Razobás, Zarrabós, Borrazás.

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