martes, 6 de diciembre de 2011

100 etiquetas



Llevo en el desastroso Páramo, cubierto de porquería hasta los topes del amor, 100 etiquetas dedicadas a la inmundicia por anatomasia: los libros. Qué pestilencia, cuánta podredumbre…

Para celebrar la onomástica, hace poco tracé un periplo para los próximos días. De estilo masoquista repetitivo, el periplo. A ver, que no tengo piedad ni de mí mismo. Como me había enterado por adelantado de que el Señor Editor iba a hacer caja con la publicación de la obra póstuma del DFWallace, me presenté en la librería el mismo día en que dicha obra póstuma salía a la venta y me dediqué a comprarla. En efectivo y con una cara tan de fan acérrimo de grupos heavy metal de los ochenta, que la dependienta a poco más llama a securitas direct. Terrorífica novela la de DFW... Aún no la he acabado, porque es difícil hacerlo, porque a David, poco antes de matarse, la mano se le iba tela marinera, a lo super size, a lo bestia del todo… Y como la etiqueta 100 se merecía algo más, aparte del Mr. Foster Wallace del que tanto hablo y que espero que no soportéis, porque lo que yo no soporto es que gusten a los demás los que me gustan a mí, que para eso no lo paso así de mal leyendo, qué carajo, que para eso os digo la verdad y todos tan tranquilos, porque a David no lo aguanta ni su familia cercana. Y, a fecha de hoy, ni se me pasa por la cabeza recomendároslo, que he cambiado de manera de desenvolverme, y menos aún su último zarpazo obsesivo compulsivo, El rey pálido, en el que el muy DFW se dedica a hablarnos sobre funcionarios y la administración, opositores y trienios y burocracia, y, en general, sobre el tedio y el aburrimiento asunto inequivocamente sólo al alcance de David, ya les gustaría a Delillo o Franzen o... plantearse semejantes metas imaginarias por escrito

Que el aburrimiento y el tedio son cosa seria, cosa seria que el enfermo Wallace consigue, y entonces nos interesamos, cien por cien, no me lo creo, no puede ser, por el tedio y el aburrimiento y la zozobra, cosa/asunto que es muy dura/insoportable de nuestro señor. Porque sí, a la gente que le gusta el boxeo le gustará el boxeo, no digamos Muhammad Alí, pero ¿le gustaría a esa gente que flipa con Alí, comerse en toda su cara una buena O… del fenómeno Alí, uno de esos puñetazos plástico/graciosos que tanto les gusta ver en la tele o en directo…? no sé, no sé, habría que verlo. Pero, entonces, daquela, les gusta el boxeo, sí o no...

El caso es que no me iba a quedar en la celebración sólo con DFW. Y me puse estupendo generoso, me enchufé al ordenador y me compré de saldo online, la segunda parte de la trilogía de nuestro adorado Louis Ferdinand Celine, esa serie de tres monumentos en que nos cuenta lo que no se puede contar… De un castillo a otro es impresionante. Veremos cómo es Norte. Y como estaba de celebración, me agencié su inmaculada primera edición, que para eso soy idiota, y así tenerla juntita a la primera de De un castillo a otro… y lo mismo acabaré haciendo con Rigodón, tercera y última parte de la inapropiada trilogía. Y para no estropear mi bonita edición 1ª de Norte, me leeré una reedición que sé que tiene un amigueteX, de una de esas colecciones que se vendían semanalmente en pasta dura, y que le pediré prestada… y así podré confirmar con toda tranquilidad que empiezo a traspasar de manera diáfana, contumaz e irremediable, la frontera que separa la… de la…

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...