
Por separado se
entienden una por una todas las palabras… desde hombres hasta porno.
Bien definido el territorio, nada de sorpresas. Todo junto, la cosa cambia. ¿Hombres
salmonela? ¿Planeta Porno? Lo último, mejor en HD.
Entre otras, pueden
pasar dos cosas con títulos de estos que parecen obra no de un autor cualquiera
sino de una mente obsesionada con el marketing: que sea puro gancho,
quiero decir engaño, mascarón de proa de un librajo insulso hasta el momento en
que suena el despertador de tanto que nos hemos dormido leyéndolo… o que… a
ver, que mucho cuidado porque perro ladrador poco…

Yo ya lo hice:
leérmelo. De principio a fin. Editorial Atalanta. Lo mejor del libro es… lo
peor es… Son varios relatos. Algunos te sorprenden un poquito, otros no. El
peor me pareció el que da nombre a la recopilación… bueno, había otros igual de regularones y tramposillos.
También hay alguna sorpresa que merece la pena. Pocas, pero las hay. Luego,
según el lector de turno, el libro es decepcionante o el libro merece la pena
porque algunas cosas sí que merecen la pena. Pero bueno… el
libro con pinzas, de verdad, que se deshace con sólo mirar para
él con algo de eso que llaman mayores expectativas. Yo lo tuve que comprar siete veces, de tantas que se me deshizo en las
manos. Multiplicad, vaya pasta… El título no, dejadlo en paz, que a
mí me encanta.
Te quedas con esa sensación de que… Herr
Yasutaka Tsutsui y sus relatos son como eso de llamar a lo mismo de distinta manera, como lo de correr, running, jogging y demás abismos; y de paso dárselas de visionario y cobrar el doble. Cosas que pasan... Eso sí, llamar a lo de siempre: Hombres salmonela, no se le ocurre a cualquiera.