Una vez colgadas esas magníficas muestras de autores foráneos, sería imperdonable no hacer lo mismo con los nacionales. Durante estos últimos años, entre ferias del libro, internet, y las tiendas de viejo que periódicamente visito, he ido comprando varios áncoras realmente excepcionales. Los de Cunqueiro, Cela, Pla y Umbral, casi todos primeras ediciones (consumismo, infausto consumismo), los tengo como oro en paño. Si uno toma como referencia lo que pueden llegar a pedir por cualquiera de ellos en algunas librerías de por aquí que se han subido a la parra, no digamos por los de Cela o Cunqueiro, Torrente o Blanco Amor, se podría pensar que ando tirando el dinero. Nada de eso, la realidad es que con paciencia y currándoselo un poco se consiguen auténticas gangas…
Las mayores alegrías me las llevé con el mindoniense universal, comprados sus libros entre ferias del libro y la librería “O recuncho” en la Avda. Peruleiro de Coruña. Pero sobre todo fue El cuaderno gris que me agencié en “O moucho”, C/ de la amargura de Coruña, la que me tuvo tres días sin dormir. Mítico libro del estentóreo Josep Pla traducido del catalán al castellano por el flemático Ridruejo, vaya dos fueras de serie: “Todo parece indicar (V.E.) que el Régimen se hunde como empresa, aunque se sostenga como tinglado”
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