viernes, 30 de septiembre de 2011

Mamotretos Siglo XXI (Árbol de humo)



Ratatatatá… Señor, sí señor… levaaanten, ar! Aquí mi pistola, aquí mi fusil… Poned la mente en blanco, pantalla de cine gigante. Sólo se permiten tres películas, memorables, enfermizas, impactantes. Más, quiero más, quitadle la voz que no hace falta, lo mejor de lo mejor.

Si seguimos con la mente en blanco, esa tremenda Apocalipsis now, esa tremenda El cazador, esa tremenda La chaqueta metálica, trío flamígero, esas tremendas tres tienen una hermana de sangre, la tremenda Árbol de humo… Qué película que escribió hace cinco añitos Herr Denis Johnson. Que quién es él, pues qué más da. Hasta hace unos días no tenía idea. Ahora poco más sé, pero qué película que escribió el Herr… y sin saber si estuvo o no en la ensaladera asiática, yo me creo todo lo que dice.

Lo que nos cuenta Johnson a lo largo de Árbol de humo, nos pega al asiento, lo que divaga, nos pega al asiento, lo que elucubra, nos pega al asiento, pero, sobre todo, lo que especula, porque sí, Denis especula, cómo nos gusta, nos dispara del asiento, entusiasmados, eufóricos, imaginando planes torticeros, criminales, infames, y presionamos el botón eject! que decía en nuestra cabina del Phantom F4 al lado del otro botón del FIRE!… y salimos disparados, detengan este colosal sinsentido de achicharramiento masivo, como quema la dichosa palanca…

Y el Sr. Denis, que escribió su película en pleno S. XXI, con un metraje que recuerda al que caracteriza a otros de nuestros favoritos, sí sí, Pynchon y ..., y también al coloso sin igual DFW, qué manía la de estos persoeiros, venga seiscientas paginazas ensuciadas con esa diminuta letrita hipnótica y miope del Sr. Denis, otro Cachalote milypico, nos tiene pensando que hay que ver qué pasada la historia que se sacó de la manga en esos años de histeria de bloques en el sudeste de Asia… Y entonces, cómo no pensar en las tres tremendas movies que nos entusiasman, y en el rollo hormonal testosterónico, ese que dicen que está tan superado, qué primarios, sí, lo que quieras, estoy de acuerdo, pero… Y encima te ponen el Voodoo Child (slight return) de sonórica banda sónica sonora, a tropocientos mil millones de decibelios por milímetro cuadrado de oreja, que soy todo oreja cuando oigo que JIMI pisa el Crybaby y la Fender dice WAH!! en su futurista Voodoo Child (slight return) insuperable cómo suena es increíble, y quién puede controlar semejantes estímulos visuales y sonoros, y entonces sí, sí, muy superado todo eso del arcaísmo hormonal testosterónico... pero disparen a eso que se mueve, es un pobre anciano, da lo mismo tiene dos ojos rasgados, fuego fire, no, era un niño, es tarde, da lo mismo, ar!…

Bueno, bueno… Herr Denis nos dejó temblando con su última entrega bélica. Con la emoción de semejante pepinazo escrito, muy recomendable, ar!, ya me he agenciado su primer librito: Ángeles derrotados… ahora empiezo con él. Veamos cómo se las gastaba con treinta y pocos tacos nuestro amigo DJohnson… del que sabemos que, con cincuenta y pico, escribía unos libros tremendos… y especulativos.

2 comentarios:

Rodrigo dijo...

Pues lo tendre que leer...

Por cierto, te dejo una sugerencia de mamotreto: Jonathan Franzen "Las correcciones"

Lo estoy acabando y creo que te encantará

venturitiña dijo...

Hola Rodrí! tú por aquí! Vaya sorpresa... Me lees el pensamiento, "Las correcciones" están en mi parrilla de salida. De Franzen, ante el aluvión de piropos que recibe, empecé con "Zona Fría", y así me quedé, pues es más bien flojito. Tú elegiste mejor, porque "Las correcciones" parece otra cosa, me tiene una pinta tremenda. Como tú bien dices, un mamotreto de esos que seguro que me enganchan... Ya te contaré. Yo, para no variar, te vuelvo con "Elipsis e outras sombras", leete eso y verás, meu. Y apertas...

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