viernes, 5 de octubre de 2007

MonogrÁficos III (Frank Zappa)

Por dónde empezar una entrega monogrÁfica dedicada a este absoluto fenómeno, genio, free thinker, off the road, y todo lo que se quiera, que, aún así, es poco. Pues por lo que mí más me gusta y engancha de él. Vamos a obviar y dar por indiscutible ese canto celestial que lo considera un ser distinto: I).- Pocos guitarristas están a su altura. En los setenta, dentro del rock y parentela cercana (llámese pedantemente como se quiera, jazz-rock, fussion, progresivo, blues rock, etc., blablabla) gobierna con distancia y elegante magnificencia el escalafón guitarrero. Intocable. Sus solos, de otra galaxia. II).- Eso es nada comparado con su capacidad y clase como líder, dotado de un sexto sentido para elegir y obtener el máximo de sus band mates, haciendo que sus grupos sonaran como auténticas apisonadoras, con ritmos y tiempos al alcance de pocos. III).- Por si fuera poco todo lo anterior, tenemos al FZ pensante, perspicaz, original, incorrecto (y no pongo el sobado “políticamente”, porque en la actualidad tal calificación resulta tan generalista, manida y al alcance de tantos y tantos vulgares personajes y opinadores varios que, de alguna manera, hemos de establecer categorías diferenciadoras entre todos estos y Él. Pocas cosas tan correctas en la actualidad como ser incorrecto, y ya no digamos si encima se es políticamente incorrecto. Cada vez que oigo de alguien tal personal aseveración, me dan ganas de regurgitarle por encima toda la apestífera prosopopeya con la que indecentemente se tilda. Buaj, qué asco). Pero sigamos con él. Como veis, estamos llegando a unas alturas dónde pocos habitan. Musicalmente, escasos elegidos aguantan la comparación con nuestro FZ. Lo mismo se puede decir de su valoración como abanderado generacional, innovador y desafiante en cualquiera de sus planteamientos, sean éstos artísticos, estéticos, sociopolíticos o lo que sea. Frescura y libertad, originalidad, desparpajo y gracia, en pocas personas se dan con mayor plenitud. Qué tío. Azote de la impostura y poses tan abundantes en el showbizz, cualquiera de sus opiniones merece ser escuchada… así podríamos seguir y seguir hasta pasado mañana.

Pero como os comentaba al empezar con la entrega monogrÁfica, aún hay más: en cualquiera de sus directos nos encontramos con auténticas joyas, perlas exquisitas de nuestro tiempo. Y no musicales, que también. Su capacidad, casi hipnótica, para captar la atención de la audiencia, con solo su voz, es algo fuera del alcance de cualquier explicación racional, pero real como la vida misma. Quien aún no haya experimentado el trallazo de adrenalina enajenante que es oír su voz, que se prepare, pues merece la pena. Unido a esto, a esa voz que parece un oráculo dirigiéndose a sus asombrados y temerosos acólitos, está su ilimitada capacidad de fabulación. Ya sea en las letras de varias de sus canciones, como, sobre todo, en varios de sus espiches sobre el escenario, en los que no deja títere con cabeza. Llega con oír alguna de estas intervenciones, con esa voz estratosférica y cavernícola, con toda la gracia que tenía el tío, con tanto ingenio, para olvidarse de que enfrente está un fenómeno absoluto de la guitarra, con una banda que suena como ninguna otra, y caer rendido ante el auténtico chamán eléctrico del S. XX que fue Frank Zappa, y maravillarse con sus disertaciones de iluminado, frente a las que resulta imposible contener las emociones.

Sorprendentemente, FZ, tocado por los dioses en tantas facetas, se deja entender por aquellos que tenemos un nivel medio bajo de inglés, con lo que no hace falta saber mucho para disfrutar intensamente de su verborrea sin igual. Para los que tengáis ganas de pasar un buen rato con algunas de las obsesiones y variados “targets” de este francotirador de la palabra, os voy a recomendar algunos must-have:

- The poodle lecture: los tres grandes errores de Dios después de crear la luz. “In the begining God made the Light. Shortly thereafter, he made three big mistakes…” De risa. Aparece uno de sus mayores fetiches, el perro caniche, que, como cualquiera que los haya observado detenidamente sabe, son un cuadrúpedo y viviente ejemplo del marrar divino.

- Is that guy kidding or what?: cuchillos afilados y un repasito a la música disco, la Warner Brothers, y la pedantería pseudocreativa de tantos y tantos “rock artists” que van de genios siendo borralla. Su compañía de discos rescindió definitivamente sus contratos. FZ montó la suya, normal

- Make a sex noise: El sex-appeal de las irlandesas a examen. This is very scientific, anuncia él antes de empezar con las pruebas

Estas tres maravillas harán las delicias de quienes se animen a comprarse el CD en el que salen: You can`t do that on stage anymore Vol. VI, o poner el Emule a funcionar. Si además queréis verlo, las dos primeras salen en la versión íntegra de la película “Baby snakes”. Pasaréis un buen rato, os lo asegura...



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